Dos importantes trilogías que llegan a su fin. La de Joël Dicker, iniciada con La verdad sobre el caso Harry Quebert , que acento de lo que fuimos y pudimos ser. Suena a amargo interrogante. Pero El caso Alaska Sanders / El cas Alaska Sanders (Manantial/ La Campana), con el exitoso escritor camino del posterior domicilio de su amigo Harry, la homicidio de la chica de la surtidor (y mucho más), depara un endiablado alucinación de ida y reverso en el espacio y el tiempo. En cuanto al inmenso trabajo de Niklas Natt och Dag, en su expansión de la positivo haber del reino de Suecia, no hay crueldad que supere a la del nocivo Thycho Ceton. 1795 (Salamandra), es un candado absolutamente deslumbrante.
Rachel Monroe lleva a lugar un pormenorizado reportaje sobre mujeres y su relación con la criminalidad
Y de aquel Estocolmo abandonado y sombrío a una trilogía que empieza en Providence, la ciudad más sobresaliente de Nueva Inglaterra. Ciudad en llamas (Harper Collins ), a finales de los ochenta, es escena de la historia de aprecio y el casorio entre un estibador y la hija del gran presidente del sindicato. Irlandeses e italianos, la mafia y sus entretelones, verdaderas y falsas lealtades y un gran dilema honrado. Personajes de gran potencia en esta venturosa primera entrega del escritor estadounidense Don Winslow.
En este tórrido verano, María Oruña viaja a un castillo escocés con su pareja protagonista. Oliver y la teniente Valentina Sin rodeo abren una puerta al pasado. En él, un refinado papelero, Jane Austen y Lord Byron son importantes en la trama de El camino del fuego (Destino).
Sobresaliente trabajo el de Rachel Monroe. Esta autora nacida en Virginia lleva a lugar un pormenorizado reportaje sobre distintas mujeres y su relación con la criminalidad. Asuntos reales (desde el eco de la matanza de Columbine hasta una historia de aprecio entre un condenado a homicidio y una zagal que cree en él) tratados con gran civilización y pericia. No perder de audiencia este grosor de fascinantes y sorprendentes Apetitos feroces (RBA).
Del escocés Graeme Macrae Burnet escribí en estas páginas sobre La desaparición de Adèle Bedeau . Desde aquella medio simenoniana, con caracteres maravillosamente feos, hasta este magnífico Caso clínico (Impedimenta), la gran inmersión en los cuadernos de una zagal que, en los sesenta, recepción a un carismático y renombrado psiquiatra londinense. Según ella, el responsable de que su hermana se arrojara al Támesis.
La nueva novelística de Joël Dicker depara un endiablado alucinación de ida y reverso en el espacio y el tiempo
Viajamos a Italia, a las extrarradio de Roma en 2016. Allí ocurre poco que no es ficción, sino aterradora existencia. Tres chicos jóvenes son asesinados brutalmente. Y un autor –Nicola Lagioia– se sumerge en el caso, recoge testimonios y se entrega durante primaveras hasta conseguir esta espécimen del mal sin motivo vistoso. La ciudad de los vivos (Humanidades Random House) es un gran compendio.
Y otro gran estudio, el de la perdición de una ciudad. Al revés, en su colección Crims.cat, tiene el puntería de difundir esta historia que nace con buena sino (la de James Ellroy, que instó al autor a que hiciera su L.A. confidential). En Marsella confidencial, se analiza el homicidio de un policía, en 1936. Y desde allí el enredo honrado, personal y social que se convierte en telaraña por los siglos de los siglos. Potente escritor, François Thomazeu.
Entregado que el verano es para respirar medio puro y, si se puede, tranquilidad, es hora de regresar a la ficción, y con atenuantes:
En Francia, por los primaveras noventa, una doctoranda timorata llega a Illiers-Combray. Pueblo en donde se reúne con unos irritantes especialistas en la obra del saburía que pasaba allí sus ocio, en casa de la tía Leoncia. Y esta chica poco tonta no tiene mejor idea que soltar que ella tiene en su poder una serie de cuadernos: Los cuadernos perdidos de Marcel Proust (Siruela). Quién no mataría por ellos –yo, seguro que sí–. Refinada, maliciosa, Estelle Monbrun fue presidenta de la asociación proustiana.
Si el leyente se inclina por el cozy noir (del que hablamos recientemente en estas páginas) es que este verano hará más de una amiga inseparable. M.C. Beaton –que llega con su cuarta entrega Agatha Raisiny el paseo mortal (Salamandra)– no está sola. Que la reina de Inglaterra se esconda en el interior de un armario de su infancia (proustiano momento, por cierto) en Buckingham Palace puede ser todo un desafío a la credibilidad.
Pero S. J. Bennett es extremadamente buena. Un caso de tres perros (Salamandra) describe la sutil colaboración entre la inescrutable soberana, su tremenda asistente y el investigador a cargo. Y las interioridades de ese algarabía de habitaciones con la instalación eléctrica que un día de estos salta por los aires.
Finalmente, y si hace errata con protocolo positivo, se da cálida bienvenida a Maisie Dobbs, una detective con intuición (Maeva). Porque Maisie es zagal, dotada y fuerte, porque desde su despacho de investigadora en el Londres devastado por la Gran Erradicación ofrece una abarcadora examen a aquel mundo, su injusticia y su tragedia. Bienvenida además su autora, Jacqueline Winspear. Y para todos oportuno verano.
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