No hay freno para la inflación en España, el reseña definitivo del mes de julio, publicado este viernes por el Instituto Doméstico de Estadística (INE), confirma el superior y sitúa el IPC en el 10,8%, seis décimas por encima de la registrada en el mismo mes del año preliminar, y el nivel más detención desde septiembre de 1984.
Alimentos, bebidas no alcohólicas, por otra parte de la energía impulsan esta ascenso que ya se traslada al resto de productos y deja la inflación subyacente ( la que no cuenta alimentos frescos ni energía) en el 6,1%, la más entrada desde enero de 1993.
El transporte, a la quebranto
El conjunto de alimentos cuesta sitúa su tasa de inflación en el 13,5%, seis décimas más que el mes pasado y el de la luz casi un 50%. En julio subió el precio de todos los alimentos situando la tasa de inflación de este conjunto de capital de consumo en la tasa más entrada desde que se tienen registros, con singular incidencia los lácteos como lactosa, quesos y los huevos que se encarecieron un 1,6%, el pan y los cereales subieron un 1,4%, así como el agua mineral, refescos y zumos que costaron un 1,1% más.
La vivienda ya impacta en la ascenso de precios
Destaca incluso en julio el impacto de la subida de los precios de la vivienda, que escalera cuatro puntos respecto al mes preliminar, y ya se encuentra en el 23%.
Dan un respiro los precios de los transportes con una tasa del 16,2%, tres puntos inferior a la del mes preliminar, causada por el descenso del precio los carburantes y lubricantes cuyo precio desciende una media del 8%, frente al musculoso aumento registrado en julio de 2021. Lo que ha permitido que la variación de la inflación común respecto al mes preliminar caiga sutilmente un 0,3%.
En julio el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 10,7%, siete décimas por encima de los datos de junio. La variación mensual del IPCA mostró un descenso del 0,6%, según los datos del INE.
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