El calor tiene numerosas consecuencias para nuestra vigor física y psicológica, que van desde el cansancio al mal humor, la deshidratación y, en muchos casos, asimismo las piernas hinchadas. Tener las piernas hinchadas cuando suben los termómetros no es solo un problema estético, sino que se traduce en síntomas como pesadez, dolor, cansancio, presencia de moratones con mucha facilidad, hormigueo y malestar. La buena nueva es que todos esos síntomas se apaciguarán cuando bajen las temperaturas, a no ser que las piernas hinchadas sean señal de otras patologías, y la mala es que vamos a tener que tirar de una serie de trucos para tratar de calmar el malestar mientras el calor siga apretando.
La médico y nutricionista Núria Monfulleda, de centro Loveyourself, en Barcelona, recomienda gestos tan sencillos como tratar de ponernos en horizontal y colocar las piernas en suspensión siempre que podamos. “Al estar en posición tieso el agua se acumula en las extremidades, ya que las venas se dilatan con el calor y no son capaces de remontar la mortandad cerca de el corazón. Para mitigarlo, mirar de alzar las piernas todos los días nos hará observar mejor”, explica. Practicar prueba físico y aplicar frío para activar la circulación, encima de invertir un buen calzado, son algunos de los pequeños gestos que pueden mejorar las piernas hinchadas, un cuadro que sin ser preocupante no deja de ser engorroso.
Poner las piernas en suspensión nos hará observar mejor y abatir la hinchazón
En este sentido, es importante tener en cuenta que presentar cierto naturaleza de retención de líquidos es totalmente regular, pese a que en ocasiones a la industria cosmética le interesa que creamos lo contrario. Lo explica la nutricionista Paloma Quintana: "Cuando presionamos levemente la piel y aparece un pequeño edema, lo que en determinados centros de estética es señal inequívoca de que necesitamos una liposucción, significa que la piel está correctamente hidratada, ya que tener un nivel medio-alto de agua en el organismo es poco positivo", explica.
Monfulleda coincide con ella y señala que “las mujeres tendemos a retener líquidos por cuestiones hormonales, cosa que se puede agravar con el calor y que no debería ser preocupante si no provoca molestias”. La doctora recuerda que cuando hace calor asimismo podemos presentar problemas de retención de líquidos y mala circulación en los dedos de las manos, que pueden estar más hinchados por el mismo motivo que las piernas. Para ello recomienda poner los brazos en suspensión de vez en cuando en la medida de lo posible con el objetivo de activar la circulación y mejorar la hinchazón, “para provocar un impresión de contragravedad y, de alguna forma, mirar de pincharse la extremidad”.
En cuanto a la nutriente, nuestro propio cuerpo ya nos pide comidas frugales y ligeras cuando aprieta el calor, con alimentos fríos y crudos, huyendo de las salsas y los alimentos pesados y difíciles de digerir. Entre aquellos que nos pueden ayudar a mejorar las piernas hinchadas -pese a que probablemente en ningún caso serán la panacea si sigue haciendo calor y nos vemos obligados a acontecer mucho tiempo de pie o sentados- encontramos los siguientes.
Promover las proteínas
“En verano tendemos a ingerir más alimentos con hidratos de carbono, como helados, zumos o frutas, que retienen agua y, luego, pueden agravar las piernas hinchadas”, explica Monfulleda. La experta pone el ulterior ejemplo: “si echamos un trozo de pan en un vaso de agua, así como pasta o arroz, se hincharán de inmediato, mientras que si echamos proteína se quedará igual”. Por consiguiente, es conveniente someter el consumo de hidratos de carbono y potenciar el de proteínas y grasas saludables (procedentes, fundamentalmente, de los frutos secos, el aguacate, los pescados grasos y el grasa de oliva) en los días en que sentimos las piernas más hinchadas y tenemos problemas de circulación.
Monfulleda recomienda, en este sentido, hacer unos días de dieta keto aceptablemente planificada si queremos deshincharnos, que consiste en el consumo de grasas saludables y proteínas y la reducción drástica de los carbohidratos. “Notaremos el impresión rápidamente y nos ayudará a sentirnos mejor y a predisponer el malestar que puede ocasionar la mala circulación”, señala.
El huevo es uno de los alimentos más completos del mercado, ya que contiene proteínas de suspensión valía biológico (lo que significa que tienen todos los aminoácidos esenciales). Estas nos ayudan, entre otras cosas, a perseverar en buen estado la masa muscular, que ha demostrado en los últimos primaveras ser un importante indicador de vigor. “El huevo es todo un 'superalimento', un buen tentempié del que tirar en espacio de snacks o bocadillos”, señala Monfulleda. El pollo, el pierna, el conejo y otras carnes, así como los pescados, asimismo son fuentes de proteínas que ayudan a contrarrestar la retención de líquidos.
Frutas y verduras de temporada, hidratación a tope
Para perseverar a guión la retención de líquidos es importante tomar agua, cosa que nos ayudará a evitar el desbalance hídrico. La nutricionista Paloma Quintana recuerda que, en líneas generales y incólume que exista alguna anomalía, no debemos obsesionarnos con escanciarse una cantidad determinada de agua al día, ya que “siempre depende de las características de cada persona y del tipo de actividad que realiza”, encima de que el cuerpo es sabio “y ya nos hace escanciarse cuando tenemos sensación de sed”.
Por su parte, la nutricionista Fátima Branco apunta que “en el caso de las personas mayores sí que es posible que se pierda la sensación de sed y, luego, haya que estar más atento a la hora de tomar agua”. Para ello, asimismo es interesante incluir en la dieta frutas y verduras de temporada que contengan grandes cantidades de agua y un impresión diurético, que encima nos ayudará a predisponer la retención de líquidos. Pepino, espárragos, alcachofas, berenjena, arándanos o apio son potentes diuréticos, así como las frutas de verano, entre las que destacan la melón de agua o el melón.
Especias, al natural o en infusiones
En verano es especialmente interesante incluir en la dieta especias de todo tipo, perfectas para aderezar verduras y ensaladas, cosa que nos permitirá aportar sabor a los alimentos al tiempo que moderamos el consumo de sal, que provoca retención de líquidos. De hecho, la Estructura Mundial de la Vigor (OMS) recomienda consumir un mayor diario de 5 g de sal en adultos sanos, lo que equivale al punto que a una cucharadita de café. Esta guarismo, que con antelación parece practicable de alcanzar cuando cocinamos en casa, es engañosa, puesto que numerosos productos de consumo habitual, como las patatas fritas de bolsa o los precocinados, entre otros, llevan grandes cantidades de sal ocultas que consumimos casi sin darnos cuenta.
Así pues, ausencia mejor que dejar de consumir alimentos ultraprocesados, someter progresivamente la sal que añadimos a las comidas y sospechar por obtener sabor de especias como la albahaca, el orégano, el romero y otras más potentes como la cúrcuma, el clavo, el comino o el curry. De hecho, tanto el comino como la cúrcuma, el orégano, el gloria, la posaderas de heroína, el diente de bravo, el jengibre y el matalauva estrellado son encima potentes antiinflamatorios, que nos ayudarán contra la retención de líquidos. Una buena idea cuando aprieta el calor es consumirlos asimismo en infusiones, que podemos tomar frescas, con hielo y unas hojitas de menta, a modo de refresco a cualquier hora.
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