La primera trayecto de la nueva tanda de huelgas de los tripulantes de cabina (TCP) de Ryanair en España ha tenido un impacto leve hasta el momento. Hasta las 19h la compañía ha cancelado 10 vuelos desde y en torno a los aeropuertos españoles, la mayoría en El Prat. Sí ha habido más problemas con los retrasos, con demoras en 233 vuelos, según datos facilitados por el sindicato USO.
A partir de este lunes están convocados a la huelga 1.600 trabajadores de la aerolínea, todas las semanas de lunes a jueves hasta el próximo 7 de enero del 2023, frente a la negativa de la compañía de negociar un nuevo convenio colectivo con los sindicatos USO y Sitcpla. La compañía irlandesa sí está en período de negociación con el sindicato CC.OO. para determinar un convenio colectivo para toda su plantilla.
Esta nueva convocatoria se suma a los paros convocados a finales de junio y durante gran parte de julio por USO y Sitcpla, y que han provocado cancelaciones y retrasos en los aeropuertos españoles en los que opera Ryanair, especialmente en Barcelona-El Prat y Palma de Mallorca.
Afectación
El aeropuerto de Barcelona, el más afectado por los paros
Hasta las 19h de este lunes, la huelga en Ryanair ha provocado la revocación de ocho vuelos en el Aeropuerto de El Prat, tanto de salida como de venida, y retrasos en otros 38 vuelos. Los vuelos cancelados son cuatro que tenían que salir de Barcelona en torno a Mahón, Milán, Roma y Londres Standsted y otros tantos previstos desde estas ciudades en torno a la haber catalana.
Melanie Stevens era una de las pasajeras afectadas por las cuatro cancelaciones en vuelos desde El Prat esta mañana. Su avión rumbo a Standsted no ha despegado y esta mañana intentaba que la compañía la reubicase en otro planeo en torno a el aeropuerto londinense. "Me dan un planeo para la tenebrosidad, mi hijo tiene alergias alimentarias y no puedo comprar cero para engullir durante el día aquí", explicaba la mujer a este diario visiblemente afectada.
Viajeros afectados
Los vuelos cancelados amargan las recreo a los pasajeros
Ryanair ha confirmado hoy que la huelga de este lunes ha obligado a derogar diez vuelos, si perfectamente señala que esto supone un porcentaje muy pequeño de su operativa. "Ryanair opera más de 3.000 vuelos diarios (casi 100.000 al mes) y menos del 1% se han pasado afectados por las huelgas. Se dilación que la interrupción sea mínima (si es que hay alguna) en la operativa programada para los próximos meses", comentan desde la compañía.
Aún así, cada planeo cancelado o con retrasos complica las recreo de decenas de personas. Es el caso de Antonio, que este lunes se ha acercado a la T2 de El Prat para intentar protestar el reembolso de un planeo a Cádiz cancelado en julio por la huelgas. "Por teléfono o por la web no te atienden", se quejaba. La tónica genera en la T2 esta mañana, con todo, era de normalidad. "Salimos ahora para Dublin y no hemos tenido ningún problema", afirmaban Brian y Leanne, dos turistas irlandeses que han pasado sus primeras recreo en Barcelona.
Por otra parte, el Aeropuerto de Barcelona ha registrado retrasos en 38vuelos de Ryanair, 16 de salida y 22 de venida, mientras que el de Girona ha sufrido el retrasos de siete vuelos.
La huelga se extenderá hasta principios de enero, coincidiendo con el periodo vacacional de agosto y Navidad, épocas en las que asiduamente se registran unos niveles de tráfico muy elevados.
Durante la huelga, el servicio ha fijado unos servicios mínimos que van del 68 % al 85 % en vuelos nacionales en torno a o desde las islas, y del 36 % al 60 % en los peninsulares cuyo tiempo de desplazamiento en transporte notorio sea igual o superior a 5 horas y vuelos internacionales.
En temporada de verano
Los servicios mínimos cubren el 85% de los vuelos programados
En cuanto a los vuelos nacionales peninsulares cuyo tiempo de desplazamiento en transporte notorio sea inferior a 5 horas, que de momento durante los días de huelga están programados sólo en Barcelona, los servicios mínimos oscilan entre el 34 % y el 38 %.
Los paros se producen en un contexto afectado por el "caos" aeroportuario que están sufriendo durante este verano buena parte de los principales aeropuertos europeos, conveniente a la rápida recuperación de la demanda, los conflictos laborales y la escasez de personal.
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