Texas y Arizona envían miles de migrantes a Nueva York y Washington

Tras recorrer hasta 5.000 kilómetros, desafiando peligros, para alcanzar la frontera sur de Estados Unidos, entonces, una vez que cruzan, los “encarcelan” en autobuses y han de hacer otros 3.000 kilómetros para lograr a la Costa Este, donde no tienen amigos o familiares.

La mayoría solo buscaba una oportunidad para alcanzar una vida mejor, posteriormente de sufrir la violencia, la pobreza o el desplazamiento por el impacto del cambio climático. Pero los inmigrantes indocumentados se han convertido en moneda política para los gobernadores republicanos de Arizona, Doug Ducey, y de Texas, Greg Abbott (especialmente éste).

A la hacienda han llegado en autobuses 6.000 personas, y unos 4.000 a los refugios de los sintecho neoyorquinos

Se han puesto manos a la obra para atacar la política del presidente Joe Biden y su arsenal consiste en mandar a esas personas a Washington y a Nueva York, sin tener en cuenta lo que les pueda suceder y despreciando totalmente su voluntad.

Aunque hasta ahora lo negaban, Abbott reconoció abiertamente esta táctica, que ha supuesto la presentación de unos 6.000 indocumentados a la hacienda federal, mientras que en la Gran Manzana se calcula que 4.000 solicitantes de hospicio han entrado en el sistema de refugios para los sintecho desde mayo.

Sobre Abbott se centran las críticas del corregidor de Nueva York, Eric Adams.

“Es horrible lo que está haciendo el dirigente”, subrayó Adams el pasado domingo en la temporada de autobuses a la que fue a aceptar uno de estos vehículos y dar la bienvenida a los 14 viajeros forzados, lo que hizo que el número subiera por encima de 70 desde el viernes.

“Algunas de las familias querían ir a otros lugares y no se les ha permitido, se les ha forzado a subir al autobús”, denunció el corregidor. “Nuestro objetivo es resolver de inmediato sus deposición y darles la presencia que necesitan”, afirmó.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, solicitó el pasado viernes al Pentágono que desplegara a la Cuidado Franquista para ayudar a afrontar esta situación. El Área de Defensa denegó la petición. Las autoridades militares indicaron que la preparación de las tropas se vería afectada si se desviaran para colaborar en la recibo de inmigrantes.

Adams, demócrata del sector moderado, todavía ha pedido ayuda al Gobierno, al que le reclama más esfuerzo. Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca, contestó ayer que la FEMA­ (agencia federal de emergencias) ya está prestando presencia. “Esto recae sobre el dirigente Abbott, esto es lo que él está haciendo”, matizó.

El corregidor de Nueva York, Eric Adams, ha pedido ayuda al Gobierno,

Pese a desmentir durante semanas las informaciones sobre los autobuses, el mandatario texano reconoció abiertamente su táctica en un comunicado.

“Adicionalmente de Washington, Nueva York es el destino ideal para estos inmigrantes, que pueden aceptar la exceso de servicios y viviendas de las que el corregidor Eric Adams se ha jactado como ciudad santuario”, señaló Abbott. “Espero que cumpla su promesa de aceptar a todos los inmigrantes con los brazos abiertos para que nuestros pueblos fronterizos invadidos y abrumados puedan encontrar alivio”, insistió.

“Es inimaginable lo que el dirigente ha hecho cuando piensas en este país, un país siempre extenso para que aquellos que huyen de la persecución”, contestó Adams. “Siempre les daremos la bienvenida –añadió– y si este dirigente no hace esto en Texas, vamos a estar aquí para atender a esas familias”.

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