Activistas climáticos lanzan puré de verduras sobre un Van Gogh en Roma

Otro cuadro de Vincent van Gogh ha sido este viernes víctima de una nueva energía de protesta contra el calentamiento climático. Un familia de tres jóvenes activistas han arrojado puré de verduras sobre El sembrador (1888), una obra que estaba expuesta internamente de una muestra dedicada al perito holandés en el Palacio Bonaparte de Roma.

El cuadro, cedido por el museo Kroeller-Mueller de los Países Bajos, estaba protegido por un cristal y no sufrió ningún daño. Se comercio de miembros del colectivo “Última reproducción”, que posteriormente de verter el puré se pegaron a la muro de la soportal y gritaron eslóganes contra el cambio climático y las energías fósiles. Rápidamente han intervenido los vigilantes de seguridad del centro, que ha cerrado las salas de la muestra a los visitantes.

“Actuamos por bienquerencia a la vida, es aseverar por bienquerencia al arte. En un futuro en que nos costará encontrar comida para todos, ¿cómo podemos pensar que el arte será todavía tutelado?”, ha publicado el familia en su cuenta de Twitter con la imagen de los tres autores de la energía, que se lleva a mango una semana antaño de la conferencia sobre el cambio climático COP27 que se celebrará en Egipto.

Los autores del aire han entrado tranquilamente al museo pagando su entrada y se han acercado a la obra entre la multitud, sacando el puré de una envase. “Por el momento solo podemos aseverar que la obra no ha sido dañada”, ha informado Arthemisia, la empresa que se ha encargado de la exposición. Una visitante ha explicado al Corriere della Sera que estaba fotografiando el cuadro cuando ha trillado “a través del objetivo un nítido verde caer sobre la superficie de la pintura. Inmediatamente he bajado la máquina de fotos y se ha montado un circo”, ha dicho, refiriéndose al revuelo en torno a la protesta.







El ministro de Civilización amenaza con sancionar a los autores del ataque

El nuevo ministro de Civilización italiano, Gennaro Sangiuliano, ha condenado la energía como un “acto innoble” contra el arte. “La civilización, que está en la cojín de nuestra identidad, debe ser defendida y protegida, no usada como altoparlante para otras formas de protesta. Encima nuestro patrimonio cultural debe ser tutelado precisamente de las consecuencias del cambio climático. Este enésimo aire no puede acontecer como una legítima expresión de protesta”, ha añadido, en un comunicado.

El ministro ha concluido amenazando con sancionar a los ecologistas recordando que “los delitos contra los haberes culturales son castigados gravemente y que los autores son perseguidos penalmente”. El Código Penal italiano ya incluye delitos contra el patrimonio cultural, entre ellos el de "destrucción, pérdida, avería o degradación de haberes culturales o paisajísticos", que implica multas de hasta 20.000 euros y penas de hasta cinco abriles de gayola.

El sembrador no es el primer cuadro de Van Gogh atacado por activistas climáticos. Hace unas semanas, miembros de Just Stop Oil derramaron sopa de tomate sobre el cuadro Girasoles, en la Museo Franquista de Londres. Otras obras que igualmente han sufrido acciones parecidas han sido un cuadro de Claude Monet en el Museo Barberini de Potsdam, en Alemania, y la conocida pintura La fresco de la perla, de Johannes Vermeer, en el museo Mauritshuis de La Haya.

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