El corregidor de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha comparado este jueves al expresidente de la Generalitat Lluís Companys con el normal golpista José Millán-Astray.
Lo ha hecho en respuesta a las críticas al homenaje que rindió al marcial franquista en un acto afirmando que es "víctima de un episodio de la civilización de la suspensión de la izquierda". El corregidor de Madrid ha reprochado que se le critique por mencionar a Millán-Astray, pero que en cambio, se pueda "reivindicar a Lluís Companys, condenado por dar un asalto de estado en 1934", en relato a los hechos del seis de octubre cuando el expresident proclamó el Estado catalán en la República Federal Española. "Cada año se le da un homenaje", ha subrayado.
Almeida critica que se pueda "reivindicar a Lluís Companys, condenado por dar un asalto de estado en 1934"
En declaraciones a los medios en el Palacio de Cibeles , el corregidor se ha defendido de las críticas recibidas y de la intención del Gobierno de investigar sus palabras sobre el normal franquista por si fueran constitutivas de una violación de la ley de Memoria Democrática. Esta investigación es, para Almeida, “una prueba más de que este Gobierno no está a resolver los problemas de los españoles, sino a hacer tonterías y pagar inútilmente el moneda de los españoles.
El regidor lamentó que en el Ejecutor “tiren el tiempo" en investigar unas palabras en las que "me limité a opinar que hay una calle en Madrid que lleva el nombre de Millán-Astray”. Y lo más preocupante, según dijo, "es la civilización de la suspensión que pretende establecer la izquierda, que pretende que no se pueda ni mencionar una calle avalada por la derecho”.
En cambio, Almeida criticó que “se pueden emitir sellos de correos con el Partido Comunista, se puede negociar con Arnaldo Otegi, terrorista confeso, convicto y condenado, o se puede reivindicar a Lluís Companys, que fue condenado por dar un asalto de Estado en 1934 y todos los primaveras se le hace un homenaje o a Francisco Grande Generoso”.
En este sentido, añadió que “incluso se llega al extremo ridículo y chocante de inaugurar una investigación porque un corregidor mencione que haya una calle en Madrid que lleva un determinado nombre como consecuencia de deber fundado La Cantidad y que su derecho fue avalada por el Tribunal Superior de Rectitud”.
El corregidor ve una amenaza a la independencia de expresión que el Gobierno investigue sus palabras sobre Millán-Astray
Por ello, el regidor comentó que es “francamente preocupante” para la independencia de expresión y una “amenaza” para la independencia de expresión que la Secretaria de Estado de Memoria Democrática “pretenda investigar y pretenda derrochar bienes y moneda de todos los españoles”. “Eso me parece que amenaza la independencia de expresión en España en estos momentos”, aseveró.
Almeida incidió en que su prioridad como corregidor no es cambiar el nombre de las calles, porque “acato la ley de Memoria Democrática”, aseguró, aunque “me parece indigna la ley pactada con Bildu”.
Almeida defiende "discrepar de una ley sectaria, injusta, y que lo único que investigación es el enfrentamiento entre españoles”
El corregidor diferenció entre acatar las leyes y "que no se pueda discrepar de una ley profundamente sectaria, injusta, y que lo único que investigación es el enfrentamiento entre españoles”.
El regidor madrileño incidió en que “tenemos problemas infinitamente más graves” que tiene que afrontar como corregidor que dedicarse a aplicar “de forma indiscriminada” una ley “tan sectaria” como la ley de Memoria Democrática que “está pactada con aquellos que no condenan los ‘ongi etorri’ en el País Vasco ni han condenado los asesinatos de ETA”.
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