Descubiertas las células invisibles que inician las metástasis

Una población minúscula de células es responsable de que un tercio de los pacientes con cáncer colorrectal sufran metástasis posteriormente de que se haya extirpado el tumor primario con cirugía, según una investigación del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB) que se presenta hoy en la revista Nature.

Los investigadores han demostrado que, si se eliminan estas células, se evita que aparezcan metástasis. A partir de este descubrimiento, realizado en experimentos con ratones, tienen previsto inquirir fármacos dirigidos contra las células que inician las metástasis con el objetivo de que se puedan gobernar a personas en un futuro.

22042022 Barcelona, Entrevista Eduard Batlle, investigador del cáncer

Eduard Batlle, director de la investigación, en el Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona




Xavi Jurio / Colaboradores

Actualmente ya se dispone de fármacos de inmunoterapia capaces de eliminar estas células, según otro resultado destacado de la investigación. Los datos de los experimentos indican que la operatividad de la inmunoterapia será más reincorporación si se administra antiguamente de la cirugía.

Con 15.125 muertes y 43.370 nuevos diagnósticos previstos en 2022, el cáncer colorrectal es el tipo de tumor más global en España y el segundo más mortal posteriormente del de pulmón, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Las muertes se producen en casi todos los casos a causa de las metástasis.







Próximo objetivo: diseñar fármacos que ataquen de modo específica las células que inician las metástasis

“Hemos intentado comprender cómo se originan las metástasis para conseguir tratamientos capaces de frenar la progresión de la enfermedad”, declara Eduard Batlle, investigador Icrea y director del trabajo.

“Estudiar la enfermedad residual posteriormente de la cirugía es enormemente importante; las células que quedan son las que hacen reaparecer el cáncer”, explica Batlle. “Pero es poco que no se puede estudiar directamente en pacientes porque las células residuales no son visibles. Pese a su importancia, ha sido hasta ahora una caja negra”.

De ahí que el equipo del IRB haya basado su investigación en un tipo de ratones propensos a tener metástasis en un plan al que ha dedicado cinco abriles. “Pensamos que esta es la primera investigación que aborda la enfermedad residual en el cáncer colorrectal”, declara Batlle.







Ya hay fármacos de inmunoterapia capaces de eliminar las células que originan las metástasis

Los resultados muestran que, entre los muchos tipos distintos de células que forman un tumor colorrectal, hay unas pocas que tienen la capacidad de portar a otros órganos y causar metástasis. No migran como células aisladas sino como pequeños grupos de células que viajan juntas.

Un descomposición hereditario ha revelado 99 genes que están anormalmente activados en estas células y que las diferencian del resto de células del tumor. Si en el momento de extirpar el tumor primario con cirugía estas células ya han llegado a otros órganos, habrán iniciado el proceso de metástasis aunque las pruebas de imagen no detecten en ese momento ningún pista de células tumorales.

Una vez se ha comprendido este proceso, se abren dos posibles estrategias para evitar la formación de metástasis, tanto en cáncer colorrectal como posiblemente en otros tipos de cáncer.







No son células aisladas las que causan las metástasis, sino pequeños grupos de células que escapan del tumor primario

La primera se fundamento en atacar directamente las células que inician las metástasis. La investigación ha demostrado con un indagación hereditario que, si se inhabilitan estas células, el cáncer pierde la capacidad de formar metástasis incluso si el tumor primario continúa creciendo. “Algunos de los 99 genes que hemos identificado fabrican proteínas que se pueden atacar con fármacos”, informa Batlle. “Despabilarse tratamientos basados en esta idea es uno de nuestros planes de futuro”.

La segunda táctica se fundamento en fármacos de inmunoterapia ya disponibles en la contemporaneidad. Los experimentos con ratones indican que, si la inmunoterapia se administra antiguamente de la cirugía, es más eficaz que si se administra posteriormente. Batlle razona que los pequeños grupos de células que escapan del tumor primario e inician las metástasis están poco protegidas del sistema inmunitario. A partir del momento en que forman un nuevo tumor, con su estructura y sus defensas, se atrincheran.







La investigación se ha realizado con tumores colorrectales, pero puede ser útil contra otros tipos de cáncer

“Hay una ventana de tiempo posteriormente de la colonización metastásica en que la inmunoterapia es efectiva para eliminar la enfermedad residual y alertar la recaída posterior”, concluyen los investigadores en Nature.

Más allá del cáncer colorrectal, los resultados del equipo del IRB pueden ser enseres para mejorar la comprensión y el tratamiento de otros tumores. “Queremos ver hasta qué punto este proceso que hemos descubierto se da en otros tipos de cáncer”, declara Batlle. Un primer candidato es el cáncer de páncreas porque “las células iniciadoras de metástasis que hemos identificado se parecen mucho a las del cáncer de páncreas más agresivo”.

Esta investigación ha sido posible gracias a la financiación aportada por el Consejo Europeo de Investigación, la Asociación Española Contra el Cáncer, Cancer Research UK, el Empleo de Ciencia e Innovación, el Instituto de Salubridad Carlos III y las fundaciones La Caixa, Wellcome, Desconsolada Socias Moyà y La Marató de TV3.

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