Feijóo aboga por el respeto al adversario en plena polémica por las acusaciones de Ayuso a Sánchez

Estabilidad política, respeto al adversario y diálogo entre los que opinan diferente pero tienen los mismos títulos. Es la afirmación de principios de Alberto Núñez Feijóo sobre en qué se debe gravitar la recital política, y lo hace en un momento en el que la ruptura con el PSOE y con el Gobierno es total, tras suspender la negociación para la renovación del Poder Procesal, y en un momento en que los socialistas piden al presidente del PP que desautorice a Isabel Díaz Ayuso, por deber dicho que Sánchez quiere "a la competición en la mazmorra, como en Nicaragua".

Núñez Feijóo no va a desautorizar a Díaz Ayuso, al menos directamente, pero ha dejado correctamente claro que ese no es su estilo ni su forma de hacer política, que la presidenta de la Comunidad de Madrid no es su referente sobre cómo hay que hacer política.

La Disertación de Feijóo es que la política es ahora una pugna entre los que propugnan la estabilidad y la inestabilidad, por encima de una pugna entre derecha e izquierda, porque él considera que reformistas y progresistas, que podría traducirse en populares y moderados, mantienen los mismos títulos y principios y si hay poco que les une es la estabilidad política que entreambos necesitan para poder solucionar los problemas de la muchedumbre, desde sus diferentes concepciones de la política. 

Una estabilidad política que a madurez de Núñez Feijóo  tiene unos pocos utensilios que unen a reformistas y progresistas: Respeto por los hechos, respeto por una transición ordenada, respeto por el adversario y respeto por los pactos.  Los que no velan por estos principios, a madurez del presidente del PP, son los que cuando las urnas no le son dispuesto no acatan los resultados; son los que creen que siempre llevan la razón y no otorgan al adversario ninguna virtud que le permita digno de respeto, como niegan el pacto  porque el adversario "siempre es sospechoso de traición".

Por eso considera que "la derecha democrática y la izquierda democrática, la socialdemocracia" deben entenderse porque sólo así puede deber "un rumbo de país, de sociedad" y no "los giros bruscos" que plantean y propugnan los populismos, que son los que sólo saben proceder si hay inestabilidad política, y para ello, dice, recurren "al glosario político con palabras altisonantes y vacías" y que necesitan "la agitación  continua" como "droga para que se olviden de su mala mandato".

Esos actores populistas de la política "siempre impugnan el sistema", aunque haya proporcionado las décadas más prósperas de un país, porque así no se verá tanto "la incapacidad del populismo para resolver los servicios públicos". Por eso, subrayó, "donde el populismo no deriva en dictadura tiene ciclos cortos, por su incapacidad gestora".







Feijóo, en contra de "las trincheras" y "la polarización"

"Los que no somos populistas, necesitamos estabilidad para resolver los problemas de la muchedumbre desde el diálogo", dijo Alberto Núñez Feijóo, que subrayó que los que propugnan la  inestabilidad política "lo que generan son trincheras", los que se sienten cómodos en la polarización. 

Por eso, los que abogan por la estabilidad saben que la única salida es la unión entre los ciudadanos, los territorios y los demócratas. Y aprovechando que estaba en Pimiento, cuyo presidente, de izquierda, Feijóo inscribe en ese populismo que avanza por latinoamérica, aunque no le citó, el líder popular destacó la derrota que ha tenido el tesina de Constitución del nuevo presidente, porque a su madurez se asentaba "en el enfrentamiento".Feijóo dejo claro que "el PP defiende la estabilidad porque se corresponde con la reflexión y es es la mejor respuesta a los desafíos de la época".

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