El reportaje de la BBC sobre la tragedia en la valla de Melilla que se saldó con, al menos, 23 muertos ha vuelto a revivificar un fuego que en el Ocupación del Interior se daba por mortecino. La sujeción británica, a cuya relación se han sumado los socios parlamentarios del Gobierno, contradice la traducción oficial asegurando que hubo migrantes fallecidos en zona bajo control castellano. El titular de Interior, Fernando Ancho-Marlaska no se mueve ni un cima de su relación auténtico: “No hubo hechos trágicos en España”.
La Vanguardia ha accedido a los vídeos grabados por el helicóptero de la Guarnición Civil durante los instantes del violento brinco masivo de los que se desprende que la avalancha humana se produjo en los instantes en los que la policía marroquí entró a cargar en el paso fronterizo.
Unos 1.700 inmigrantes llegan al paso fronterizo sin tan pronto como resistor policial
Unos 1.700 inmigrantes, la mayoría de origen sudanés, llegaron a primera hora de la mañana del pasado 24 de junio al paso fronterizo del Pústula Chino de Melilla sin tan pronto como resistor de la policía marroquí. En las imágenes captadas por Interior se puede ver la enorme desproporción entre el conjunto de migrantes provistos de palos, garfios y piedras y el escaso número de agentes sobrepasados por la situación.
Decenas de personas accedieron al patio del puesto fronterizo a través de la entrada principal marroquí o subiendo por las paredes del perímetro. Una de ellas cedió provocando que un número indeterminado de migrantes se desplomase sobre suelo de Marruecos. Los sudaneses que han accedido al patio se empiezan a agolpar en varias puertas metálicas que dan acercamiento a una zona operacional conjunta entre España y Marruecos.
Los inmigrantes entran en el patio del perímetro que se convertirá en una ratonera
Las imágenes captan cómo los migrantes se sirven de un enorme mazo para tratar de romper la puerta metálica. Cuando el plano de la cámara se abre se puede apreciar con claridad los momentos de caos que se están viviendo en esos instantes. Mientras que una primera fila de migrantes tráfico de echar debajo la puerta metálica, en una segunda se suceden los empujones para tratar de producirse la frontera.
Otro conjunto de migrantes opta por saltar la valla encaramándose a los peines invertidos que coronan la valla que separa uno y otro países. Al otro banda los vigilan agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El patio está a punto de convertirse en una ratonera para los inmigrantes: los agentes a un banda y a otro lanzan gases lacrimógenos y botes de humo para tratar de repeler el brinco.
Los inmigrantes tratan de romper la puerta del perímetro con una radial
Poco minutos luego de las 8:30 de la mañana los migrantes, tal y como capta el helicóptero del Instituto Armado, utilizan una máquina radial para romper la puerta que da acercamiento a otro patio previo al edificio aduanero castellano, donde se encuentran los tornos fronterizos custodiados por agentes de la Guarnición Civil. Es en este edificio verde, separado varios metros del motivo de máxima tensión, donde ondea la bandera española.
A las 8:42 se produce la avalancha cuando tratan de cruzar una estrecha puerta
Son las 8:42 de la mañana. Posteriormente de media hora de golpes con mazos y la radial el conjunto que se encontraba en primera partidura logra rasgar las puertas cerradas en el banda marroquí de la valla. Comienza el tubo de botella. Varios centenares de personas intentan cruzar a la vez por la misma puerta para aceptar al banda castellano.
El que lograba producirse sólo tenía que ascender a un tejado verde, ya con bandera española, y de ahí, saltar la valla al otro banda. Con ese brinco estaban ya en España, donde les estaban esperando un conjunto de guardias civiles que, separados por una carretera, les intentaban contener. Adaptado en el mismo momento que logran romper la puerta, los policías marroquíes (con cascos blancos) entran en el patio para frenar la salida. Es ahí cuando se produce la tragedia. Una avalancha de personas, mayorías hombres, que intentar salir por una puerta estrecha mientras que por detrás la policía intenta impedirlo.
En las imágenes se puede ver a centenares de personas que para intentar huir lanzaban piedras y daban goles con palos. Mientras tanto, la policía marroquí utiliza la fuerza para evitar la salida masiva. El embotellamiento delantera por la estampido por la puerta, y la presión policial por detrás, acompañado de gases lacrimógenos, provocó la avalancha. Algunos lograron producirse al banda castellano pero otros se quedaron pegados a la valla. Y ahí es cuando comienza las imágenes ya vistas de hombres tirados, inconscientes, aplastados y golpeados. Al menos 23 de ellos murieron y cientos de ellos acabaron heridos.
Los inmigrantes lanzan piedras y la Guarnición Civil se repliega fuera del edificio aduanero
De ese conjunto que sí logró saltar, algunos fueron devueltos de inmediato al otro banda y otros lograron escapar e internar en uno CIE. Mientras que los agentes de la Guarnición Civil mantenían el dispositivo en aquel banda de la carretera, delante un conjunto que les lanzaban piedras, portaban palos y otros objetivos, la policía marroquí intentaba frenar la avalancha. Más de medio centenar de guardias civiles resultaron heridos de distinta solemnidad durante los hechos.
En la imagen se puede ver al fondo a los policías marroquíes con los cascos blancos ya en la zona de la puerta mientras que los agentes de la Guarnición Civil contenían a aquellos que habían saltado desde el tejado verde –puesto fronterizo castellano tal y como queda reflejado al mecer la bandera española-. Tal y como se puede observar, los agentes que se encontraban en el puesto salen por los pasillos para aparecer en auxilio de sus compañeros a la instinto de la cantidad de personas que habían rematado saltar. En el vídeo se ve como los agentes reciben pedradas mientras uno de ellos advierte a los recién llegados que no pasen a la carretera, en una situación de clara tensión.
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