3 tipos de sentadillas para unos glúteos de hierro

Cualquier rutina de entrenamiento que persiga este objetivo deberá contar con ellas entre sus principales ejercicios. Las sentadillas son el secreto de un asentaderas tonificado, por lo que dominarlas desde su forma más básica hasta otras variantes avanzadas será fundamental para toda aquella persona que quiera fortalecerlo o aumentar su tamaño. Todavía suponen una excelente forma de trabajar las piernas, con esto se logrará incrementar el rendimiento deportivo y la potencia del tren inferior.

Eso sí, el primer paso consiste en conocer al detalle la técnica de la sentadilla tradicional, antiguamente de incluir otras en la rutina. El método es sencillo, pero requiere que se preste atención a ciertos detalles para ejercitar correctamente los músculos y, sobre todo, evitar lesiones. En una posición de pie, con la espalda erguida, se contrae el panza y se flexionan las rodillas con una transigencia similar al ufano de los hombros y se desciende hasta la pico de las rodillas, sin que estas sobrepasen en ningún momento la punta de los pies. Esa es la forma adecuada de hacer una, antiguamente de poder ocurrir a los otros tipos de sentadillas.







Las mejores sentadillas para trabajar glúteos

Las sentadillas resultan tan aconsejables gracias a su variedad y lo completas que son, una forma excelente para tonificar y, si así se desea y con la ayuda de peso, triunfar tamaño en el tren inferior. Aunque los grandes beneficiados de este adiestramiento son sin duda los glúteos, por lo que siempre serán una opción de remisión para trabajarlos, especialmente estas variantes.



Sentadilla sumo. Esta alternativa a la tradicional se ejecuta con una técnica proporcionado similar, lo único que las diferencia es que con esta se produce una descenso más pronunciada, adecuado a la separación de los pies. Para hacer una sentadilla sumo hay que separar las piernas mucho más allá del final que marcan los hombros, simulando la postura de estos luchadores nipones de la que recibe su nombre. Y con los pies siempre cerca de el exógeno.







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Sentadilla búlgara. Para realizarla se necesita de un lado o algún tipo de soporte que proporcione estabilidad. De espaldas a este objeto y tras poseer entregado un paso cerca de delante, se coloca un pie boca debajo sobre él para, a continuación, descender despacio manteniendo el contrapeso sobre el otro pie. La pierna que se apoya en el suelo debe formar un ángulo de 90 grados y la espalda permanecerá recta en todo momento.







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Sentadilla globet. Al contrario que las anteriores, esta requiere de un peso para sacarle el mayor provecho al adiestramiento. Consiste en una sentadilla profunda, es asegurar, la misma técnica que una tradicional solo que bajando la cadera por debajo de las rodillas. Y con el peso sostenido contra el pecho por las manos.



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