EE.UU. creó 263.000 empleos en noviembre desafiando la agresiva política contra la inflación

Cosas de los economistas, cuando la previsión de una notificación no tan buena, como la ralentización en la creación de empleo, santo y seña de buena vitalidad colectiva, se cultiva con alivio entre esos analistas, incluso sin disimulada alegría.

Pero la ingenuidad está para desmentir los deseos y los pronósticos. La riqueza estadounidense creó 263.000 empleos en noviembre, conveniente por encima de las previsiones, a pesar de la brío de la Reserva Federal (Fed) en la lucha contra la inflación y de los despidos masivos y la congelación de empleos en las empresas del sector tecnológico.

Todo los titulares reflejan esta mañana del viernes que el documentación del Sección de Trabajo ofrece un crecimiento del empleo mucho más válido del esperado, en un más que claro desafío de todas las expectativas. Delante esta situación, el Dow Jones de futuros se dejó más de 400 puntos y el dólar cotizó al subida.

Se daba por hecho que, por el impacto de la espectacular subida de los tipos de interés de la Fed desde marzo (un incremento del 3,75%) en su lucha contra la inflación, esto se expresaría de forma palpable un retroceso y que “solo” habría 200.000 nuevas ocupaciones durante noviembre. Incluso se habló esta semana de que esta tendencia llevaría a números negativos en el algún momento del 2023-

Los oráculos, una vez más, han aparecido mal parados. El índice de paro se mantiene en el 3,7%, unos dígitos comparables al nivel de la prepandemia y uno de los más bajos en medio siglo.

De esto se deduce que el mercado sindical sigue con su pelea a los que aventuran una próxima recesión. Encima, en el combate por domar el encarecimiento de precios, los salarios se impulsaron un 0,6% en noviembre, el doble de lo estimado, una subida más sólida que la de octubre, que se situó en el 0,4%. El cuenta se queda en el 5,1% anualizado, por encima de la previsión del 4,6%.

Este conjunto de circunstancias vuelve a poner la inspección en la Fed y sus revisiones de la política monetaria. Su presidente, Jerome Powell, ofreció señales el pasado miércoles en un discurso de que el lado central estadounidense frenaría en su reunión de diciembre el ritmo de incremento de los tipos. Se dedujo que continuaría la subida pero que sería del 0,5% tras cuatro incrementos consecutivos del 0,75%. Los datos del paro tal vea supongan una revisión de esa revisión.

A los analistas les queda el consuelo de que esta signo es más depreciación que la de octubre, que pasa de los 261.000 que se dijo hace un mes, a los 284.000 una vez revisados. Y incluso inferior a los 269.000 de septiembre, 46.000 menos que los inicialmente estimados. La fuerza sindical ha bajado del 62,2% en octubre al 62,1%.

Hay otros principios que refuerzan el papel de la Fed. La riqueza estadounidense ha creado una media de 392.000 empleos a lo extenso de este año, comparado con los 562.000 del 2021. Igualmente ha empezado a descabalgar la demanda de consumo y el sector de la vivienda se ha débil.

Sin retención, el prosperidad del empleo se ha mantenido a pesar de los extremista agresivos esfuerzos de la Fed. Powell subrayó que los salarios altos es “la principal historia por la que los precios sigan subiendo”.

El ocio y la hostelería lideraron la beneficio sindical al añadir 88.000 trabajadores. Otros sectores relevantes fueron el cuidado de la vitalidad (45.000), los 42.000 vinculados a tareas gubernamentales o los 23.000 de afluencia social, al ritmo del febrero del 2020, así como 20.000 en la construcción o 14.000 en la industria manufacturera.

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