Las razones por las que Elon Musk ha rechazado entrar en el Consejo de Administración de Twitter

Si ha habido en estos últimos primaveras un personaje que ha acaparado la atención en Twitter ese ha sido Donald Trump, pero Elon Musk siquiera le va a la retaguardia. En estos últimos días el propietario de Tesla y de SpaceX ha protagonizado un enorme culebrón al entrar en el accionariado de la red social.

Elon Musk se ha quejado en numerosas ocasiones de las restricciones sobre contenido que impone la red social, en la que participa con frecuencia. Musk juega en Twitter con reglas que poco tienen que ver con las de la mayoría de las grandes estrellas de esta red. No es extraño verle respondiendo a mensajes de usuarios que tienen unos pocos seguidores o borrar con frecuencia sus mensajes.

Lo que es un hecho es que Elon Musk al comprar el nueve por ciento de las acciones de Twitter se ha convertido en el principal asociado. Pero por razones confusas parece que no entrará a formar parte del Consejo de Agencia de la empresa. Parag Agrawal, CEO de la empresa, explicó en un tuit que “creo que esto es lo mejor". 

Poco que chocaba con el mensaje que el propio Parag Agrawal había publicado hacía unos días en el que aplaudía la presentación de Elon Musk a la empresa diciendo que “ofrecerá mucho valencia a la Grupo”. Una mano confusa digna de cualquier capítulo de la alocada serie Sucession. 

Se conjetura con que una de las decisiones que podrían suceder llevado a Elon Musk a no pertenecer al Consejo de Agencia de la empresa es que, aunque internamente de él puede ser crítico con las decisiones de Twitter, estaría obligado legalmente a no dañar la imagen de la compañía.

Además desde internamente de Twitter puede suceder recelos importantes a que Elon Musk pase a tener una maduro influencia en las decisiones que toma la empresa. De hecho, Musk no ha parado estos días de tuitear toda clase de cosas como encuestas sobre el funcionamiento de Twitter. Todo esto está poniendo de los agitación a muchos empleados de la empresa, que recelan del carácter impredecible de Musk. 

En una de esas encuestas pedía a los usuarios que votarán sobre si era conveniente que los tuits una vez realizados puedan ser editados. Una vieja cuestión que ha sido debatida internamente de la empresa, pero que de momento no parece que vaya a ver la luz. En uno de sus tuits incluso ha enérgico la pregunta de si Twitter se está muriendo. A continuación daba datos de cómo las personas con más seguidores al punto que tuitean. Incluso ha llegado a proponer que las oficinas de Twitter se conviertan en una residencia para las personas sin hogar.

Que Elon Musk no entre en la Grupo Directiva ha sido interpretado por algunos cómo que puede estar preparando una OPA hostil para encargarse el control de la red social. Aunque esto plantea algunas dudas legales. Pero medios como The Verge o Bloomberg publican investigación en los que explican que tras la animalada de los últimos días Elon Musk puede suceder conseguido lo que quería. 

Poner patas en lo alto Twitter por pura diversión, crecer en influencia entre los seguidores de la red social y quizá incluso conquistar algunos beneficios si el valencia en bolsa de Twitter sube. El día cinco de abril las acciones alcanzaron un pico tras conocerse que Elon Musk había entrado en el accionariado, pero en los últimos días el valencia de estas se ha ido desinflando. Así que a corto plazo no parece haya funcionado esa táctica, si es que es la que ha decidido seguir Musk.

Pero es difícil entender a medio o liberal plazo el finalidad del terremoto que ha provocado Musk. Si ha sido poco propio de un troll multimillonario que solo buscaba diversión, o acaba teniendo repercusiones en el futuro de esta red social. En efectividad, cómo se comprobó con Donald Trump, los personajes incómodos que generan un flujo importante de información hacen que se hable de Twitter en los medios. Eso parece beneficiar a la empresa.

Aunque, como sucedió con el caso del previo presidente de Estados Unidos, las cosas pueden finalizar derivando en un caos peligroso y que muchos miren de reojo a la plataforma por no poner freno a ese caos. De hecho, aunque Twitter acabó cerrando la cuenta de Trump, lo hizo en el postrero momento de su mandato. Mucho antaño de eso Trump se había saltado en repetidas ocasiones las normas de funcionamiento de la red. ¿Será Twitter capaz de eliminar contenido de su principal asociado? Es una de las preguntas que hay en el elegancia.

Elon Musk es cómo esos jugadores de póker que cambian constantemente de mano. Unas veces van de fanal y otras en serio. En cualquier caso teniendo en cuenta la frecuencia con la que interacciona Elon Musk en Twitter, se percibe que en los últimos días, tras el comunicado de Parag Agrawal, sus tuits se están orientado en dirección a otros asuntos. Al fin y al lado Musk puede tener mucho mosca, pero su tiempo es acotado y sus focos de interés empresariales son muy diversos.

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