El número de cajeros automáticos en España se situó a obstrucción del tercer trimestre en 45.288, la sigla más descenso desde 2002 y casi un 30% menos que el apunte de 2006, cuando se alcanzó el mayor en lo que va de siglo, según datos publicados hoy por el Faja de España.
Antiguamente de la pandemia había 50.500 cajeros en España, con lo que el descenso supera el 10% y viene acompañado de una reducción en el número de oficinas bancarias. El precio que se costal de los cajeros asimismo ha caído y se sitúa hasta septiembre en 88.000 millones de euros, frente a los 111.000 millones del conjunto de 2021. En 2019, ayer de la pandemia, fue de 125.000 millones.
Estas cifras forman parte de la última revisión estadística del Área de Sistemas de Cuota del Faja de España, en la que se aprecia el continuado auge en las tarjetas de crédito, que ahora se usan mucho más para abonar en establecimientos que para obtener parné en efectivo en los cajeros.
El descenso en los cajeros y en las oficinas es un punto de preocupación en la relación entre el Gobierno y los bancos. Uno de los principales acuerdos en lo que va de plazo tiene que ver precisamente con la presencia de las entidades en áreas rurales o despobladas.
Las operaciones con plástico de crédito baten récord
Mientras se reduce el número de cajeros, las operaciones con tarjetas de crédito y el parné que mueven siguen creciendo con fuerza desde la pandemia y batirán este año un nuevo récord. Lo hacen gracias a la tendencia a usar este método para abonar en establecimientos. Sin incautación, el parné en metálico sigue muy presente.
Las operaciones con tarjetas de crédito se han situado en 5.380 millones en los nueve primeros meses del año, con lo que superan las del mismo periodo del año aludido y quedan en condiciones de rebasar con creces el récord de 2021, de 6.101 millones, un 28% más que en 2020. Desde el inicio de la pandemia, el incremento supera el 40%.
El precio de las operaciones con plástico asimismo está en niveles récord, con 170.910 millones de euros hasta septiembre, muy cerca a yerro de un trimestre del récord definitivo de 195.000 millones de 2021, cuando esta sigla ya quedó un 21% por encima de la de 2020. Estos resultados son cinco veces superiores a las registradas hace vigésimo primaveras, cuando las tarjetas escasamente movían 40.000 millones de euros al año.
2014, el año del sorpasso de datáfono al cajero
El éxito de las tarjetas de crédito se debe al suscripción en los comercios y no al uso de los cajeros automáticos. El año del sorpasso fue 2014, cuando por primera vez hubo tantas operaciones de tarjetas en comercios como en cajeros. Desde ese momento, el uso en comercios no ha hecho más que crecer, frente a la caída paulatina de los cajeros. Ahora se mueven importes en la primera modalidad tres veces superiores a los de la segunda.
Ya hay en España 2,2 millones de terminales TPV, que son con las que se cobra con plástico en los comercios. La sigla es un 14% superior a la de ayer de la pandemia y duplica que se registraba en 2006, ayer de la aludido crisis financiera.
Cada vez menos comisiones para los comerciantes
Uno de los motivos que han animado a los comercios a instalarse estos aparatos es la caída en las comisiones que los bancos les cobran. El Faja de España asimismo hace un seguimiento de esta variable, que hace vigésimo primaveras se situaba en el 3,5% y que ahora queda por debajo del 0,5%. Oscila entre el 0,23% en los supermercados y el 0,42% en comercios minoristas.
Estos porcentajes no significan que el efectivo esté desapareciendo. Un flamante referencia del BCE sitúa a España como el botellín país de la UE donde más se utiliza esta fórmula. El suscripción en metálico, indica, acapara el 51% de los importes de las compras en España, frente al 37% de la plástico, un porcentaje muy alejado de otros países como Países Bajos o Finlandia, donde el efectivo escasamente mueve el 15%.
Dos investigadoras del Faja de España, Laura Ferrando y Diana Posada, publicaron recientemente un referencia en el que concluían que "los pagos en comercios físicos se siguen realizando mayoritariamente en efectivo, si aceptablemente se aprecia una disminución de su uso con respecto a 2019".
La pandemia reduce el uso de efectivo
La pandemia ha contribuido a que en 2022 el porcentaje de compras en efectivo se sitúe en el 66%, frente al 83% de ayer de la pandemia. "En líneas generales, los pagos con efectivo se utilizan para compras de un precio inferior al de los pagos con plástico", señalan las investigadoras. El precio medio del suscripción en efectivo es de 22,6 euros y el de plástico, de 38 euros.
El uso de la plástico ha yeguada 13 puntos de cuota desde el estallido de la pandemia e interviene en el 28% de las compras. Igualmente han llegado los pagos con aplicaciones móviles, que en el 2019 eran residuales y que ahora representan el 3,7% en los comercios físicos.
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