Darse una revés por el Festival de la Infancia de Barcelona tiene poco de retro, de alucinación a un pasado que se resiste a desaparecer. Afligido para muchos hoy ya entrados en primaveras y que lo disfrutaron cuando eran niños. La cita navideña para los más pequeños, que este 2022 cumple 60 primaveras, retoma el formato que tenía hasta el 2017, cuando se transformó en La Ciutat dels Somnis, una propuesta que no tuvo el éxito esperado. La traducción revival, puesta al día, ha hendido este martes sus puertas con buena afluencia de visitantes. Han vuelto las atracciones de marcas con sus circuitos de entrenamiento y sus inflables, los talleres de manualidades, desde títeres hasta estrellas de la Sagrada Família –novedad–, los coches patrulla –y un heroína– de la Defensa Urbana y un camión de los bomberos que es mucho más que un camión... Y, por supuesto, muchos deportes, para conmemorar el 30.º aniversario de los Juegos Olímpicos. Otra acontecimiento redonda del año.
Un Cobi titán preside uno de los espacios del palacio número 2 del circuito de Montjuïc de Fira. “¿Sabes quién es?”, pregunta el periodista a Lucía, de 12 primaveras, y a su hermana, Irene, de 6. “No, no lo sabemos”, responden casi unánimente. El padre, Javi, de 46 primaveras, sí que lo sabe, claro. Los tres se disponen a entrar en la zona del Museu Olímpic i de l’Esport. “Queremos divertirse a voley”, coinciden las niñas, poco interesadas en enterarse que ese muñeco es la mascota de Barcelona’92. No quitan la perspicacia de la cancha que hay al fondo. Detrás, Lluís y Marta, van con Anna, de 5 primaveras, a unas mesas en las que colorearán la figura del perrito de Javier Mariscal. La pequeña siquiera lo conoce. Los padres, uno y otro de 34 primaveras, sí, pero no lo tienen muy presente. Eran muy pequeños cuando se hizo reconocido.
La tirada de este año conmemora el 30.º aniversario de los Juegos Olímpicos de Barcelona
En un mundo repleto de pantallas con gentío enganchada a ellas a todas horas, en el Festival de la Infancia son casi una excepción. Al menos las que sirven para divertirse o sobrevenir el rato. Las del stand de Nintendo, que tiene varias, las salvamos porque la firma de videojuegos es todo un clásico, inicial a los omnipresentes móviles. La verdad es que las pantallas no se echan de menos. Sorprende que recorrer un circuito de tráfico en bici, divertirse al minigolf, tirar a una canasta de baloncesto o prosperar en un rocódromo sea tan atractivo. Y lo es como lo era hace 20 o 30 primaveras. Hay que cosas que, gracias a Dios, no cambian.
Sin darse cuenta, Raúl ha topado nulo más y nulo menos que con Freddie Mercury, que inmediato a Montserrat Caballé cantó Barcelona, que sonó en los Juegos de 1992. El Museu de Cera ha puesto una figura de la fortuna del rock para que la gentío se haga fotos con él. Es otro guiñada a los que ya tienen una tiempo. Y es que en el Festival de la Infancia disfrutan los más pequeños –de entre 5 y 12 primaveras, a quienes va directamente dirigido el certamen–, pero además los mayores, padres, tíos, abuelos, amigos, que los acompañan. Como Cristina, a punto de cumplir 60 primaveras, que de chiquilla era habitual en esta cita navideña y ahora repite con su nieta Laia de 6 primaveras. Esta abuela de aspecto jovial recuerda a unos payasos allá por 1970... Más regresiones. A Sara, de 37 primaveras, que invitado el salón inmediato a sus hijos, los botones Pau y Martí, de 8 primaveras, le viene a la capital que de pupila regresaba a casa, a posteriori de sobrevenir por los pabellones feriales, “pintada de polilla”... Su marido, Joan Carles, no era habitual del festival, sino de las carpas Firestiu que se ponían allí mismo, en la plaza del Univers... Pero esa es otra historia.
Los pequeños se lo pasan de lo hermoso
y los mayores reviven el salón de cuando
eran niños
Que los más pequeños lo pasen acertadamente, pero los mayores además. De esto se tráfico. Por ello, el Nou Festival de la Infància de sempre –este es el eslogan de este año– se reinventa para retornar a ser lo que fue, actualizado, por supuesto. Diversión y además educación, en cinco ámbitos: deporte, ciudad, civilización, víveres y creatividad. Entre los que lo han visitado en su primera viaje están el director normal de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga, satisfecho de la buena respuesta del divulgado delante una propuesta, ha explicado, “que quiere ser lo que había sido”. A su costado, Joan Ramon Riera, concejal de Infancia, Inexperiencia y Personas Mayores del Comunidad, además ha defendido el formato recuperado. “Es muy atractivo”, ha sentenciado. Quienes deseen comprobarlo, pueden hacerlo hasta el sábado a las tres de la tarde.
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