La revelación Marruecos pasa primera e invicta

Hace cuatro primaveras en Rusia, nadie de los cinco equipos africanos que participaron en el Mundial superó la grado de grupos. Todos cayeron a las primeras de cambio, dejando un sabor muy amargo para el continente. Falta que ver con lo que está sucediendo en Qatar, donde la representación africana ha igualado el mayor histórico de clasificados en octavos de final: dos como en 2014.

Como entonces, habrá, como exiguo, un país subsahariano y otro del Magreb. En Brasil, fueron Nigeria y Argelia. Ahora ya están clasificadas Senegal y Marruecos, que alcanzó las eliminatorias como invicta y primera en un reunión con la segunda y la tercera clasificadas de la última gran cita.

No hay carencia como abrir un partido con un regalo. No lo desaprovecharon los leones del Atlas, al que el entrevista se les puso de cara muy pronto, en el minuto 4. Lo peor que le puede producirse a un equipo en un inicio es que el central y el zaguero tengan un arduo problema de entendimiento. A un mal pase detrás de Vitória en dirección a su meta le siguió un despeje de Borjan que no fue ni un rechace ni un pase. El resultado fue que la pelota cayó a los pies de Ziyech y el extremo marcó con una vaselina lejana llena de clase y precisión, por encima del toda la defensa canadiense.

Canadá ha dejado una grata impresión en ataque, con Davies, Buchanan o Hoilett, pero su retaguardia deja mucho que desear, que ha donado muestras de una bisoñez típica de los equipos en crecimiento. Todo lo contrario que Marruecos, conjunto armado y que sabe lanzarse a por las debilidades del rival. Con un pase abundante de Achraf para la carrera de En-Nesyri le bastó para desarbolar a toda la trasera norteamericana. El sevillista, con potencia, fue más rápido que Miller y Vitória, controló el pedido y fusiló a Borjan con demasiada facilidad.

Mientras Davies, colateral izquierdo en el Bayern, se mueve por donde quiere en el frente de ataque canadiense, su compañero en Munich, Mazraoui, carrilero diestro durante toda su vida, es capaz de sacrificarse y recrearse en la izquierda. Eso deje de la seriedad de Marruecos.

El gol en propia puerta de Aguerd, que desvió el centro de Adekugbe y despistó totalmente a Bono, complicó lo que apuntaba a vencimiento plácida. Y más luego que el árbitro anulase el tercero a En-Nesyri por un fuera de repertorio posicional de un compañero que estaba en la trayectoria del disparo.

La segunda parte fue un quiero y no puedo de Canadá, tan placentero y divertida como poco acertada. Hutchinson remató un córner al tabla y el balón botó sobre la rasgo de Bono y, en el rechace, Amallah desequilibró lo suficiente a Johntson en el céfiro para no pudiese marcar. Un gol de Canadá devolvía a Marruecos a la segunda plaza. Pero todo el equipo defendió hasta el final un liderato impensado pero muy trabajado. Canadá se despide hasta 2026, su Mundial, sin sumar ningún punto. Los de Regragui quieren hacer historia en éste donde ya son la revelación.

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