La celebración de la Constitución del nuevo milenio fue muy distinto para la comunidad vivo española. Aquel día nació Pablo Nicolás Sebastián de Todos los Santos Urdangarin y Borbón. Era el segundo hijo de la infanta Cristina y el cuarto nieto de los reyes Juan Carlos y Sofia (posteriormente de Felipe de Marichalar, Juan Urdangarin y Trofeo de Marichalar), que cumple 22 abriles.
Como los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, Pablo siempre ha mantenido un perfil bajo y sólo estaba expuesto a los medios por su condición de atleta la segunda plantilla de balonmano del FC Barcelona. Pero este año Pablo Urdangarin se ha convertido en todo un éxito mediático, que ha enamorado a la opinión pública y ha conseguido miles de fans en toda España.
Todo empezó el pasado mes de enero cuando se destapó la infidelidad de Iñaki Urgandarin. La revista Lecturas publicó las fotos de su padre de la mano de Ainhoa Armentia. Aquella monopolio fue todo un detonación pues nadie cerca de sospechar que el casorio de la hermana del rey Felipe VI estuviera en crisis. Las cámaras y los micrófonos se lanzaron a la búsqueda de reacciones. Y se toparon con Pablo Urdangarin, que salía del entrenamiento con su equipo y se dirigía a su domicilio en Barcalona. Mientras caminaba por la calle el mozo, que era la primera vez que hablaba en sabido, respondió con una exquisita educación y un gran desenvoltura a las preguntas que le planteaban los periodistas de Europa Press sobre sus padres y su comunidad en relación con las fotos publicadas.
Pero aquel día no fue una excepción, desde entonces Pablo Urdangarin no huye cuando ve una cámara y replica a cualquier pregunta, de forma respetuosa, sin malhumor ni una palabra malsonante. Las comparaciones no se han hecho esperar y todos valoran su buen comportamiento frente a las actitudes huidizas y antipáticas que muestran sus primos Felipe o Trofeo de Marichalar.
Pero al beneficio de su calidad humana, Pablo además está creciendo como atleta de balonmano, siguiendo los pasos de su padre. Si Iñaki llevaba el dorsal 7 en su camiseta su hijo luce el 77 y cada vez tiene más presencia en el primer equipo blaugrana. Cada partido que juega cuenta con el apoyo de su origen, su padre y sus hermanos. Antaño siempre juntos, ahora por separado. La infanta Cristina viaja desde Ginebra a Barcelona para animar a su hijo, igual que Iñaki, que viaja desde Vitoria. Incluso en alguna ocasión ha tenido en las gradas el apoyo del rey Juan Carlos, como el pasado mayo, cuando Pablo jugaba en Pontevedra y su viejo estaba en Sanxenso por el polémico delirio que realizó desde Abu Dhabi, donde vive y ha recibido la turista de sus dos hijas y sus nietos -a excepción de la princesa Leonor y la infanta Sofía.
No ha transcencido como ha celebrado Pablo Urdangarin su 22 cumpleaños y con quien. Lo único que se sabe es que está contuso. El pasado viernes jugó en el primer equipo en la Jarretera Asobal frente al Blendio Sindin, de Santander en el Palau Blaugrana. En la pista cayó y sufrió un esguince en el tobillo derecho. Una agravio habitual en este deporte pero no molesto, que le mantendrá unas seis semanas de muerto, adicionalmente de tener que caminar con muletas para no apoyar el pie. En esta ocasión ni la infanta Cristina ni Iñaki Urdangarin estaban en las gradas. Si lo estuvieron el miércoles susodicho con motivo del cita de Champions del Barça contra el THW Kiel, de Alemania.
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