¿Para qué sirve cada brocha de maquillaje?

Tarde o temprano llega un momento en la vida de muchas personas que se maquillan con cierta frecuencia en el que deciden dar un paso más y comenzar a crear su pequeño kit esencial con todo lo necesario. Y a los pintalabios preferidos, los correctores de confianza y las sombras de fanales que hacen una ojeada de infarto se les debe sumar ese dato que permite que todo eso sea posible: las brochas de maquillaje imprescindibles. La mayoría suele tener al menos las más básicas, como son una para aplicar la sombra de fanales, otra para el colorete y la de la pulvínulo. Pero hay muchas otras.

El pincel para el contorno, la pincel de los polvos iluminadores o el delineador de fanales representan algunos de los tipos que se deberían implementar en un buen set con el que dar un paso más allá. Usarlas en la rutina de maquillaje supondrá un cambio total, no solo facilitan un fracasado profesional y más preciso, incluso aportan versatilidad. Pero primero hay que conocer identificarlas y para qué sirve cada una.







¿Cuál es el uso de cada pincel de maquillaje?

Cada pincel cumple con un cometido desigual y está diseñada para aplicar un producto de maquillaje en específico, aunque puede poseer varios tipos que se especifiquen en conquistar ciertos acabados o poner en experiencia diferentes técnicas. Por ejemplo, en lo que se refiere al maquillaje de fanales.



Pulvínulo de maquillaje. Para aplicarla se emplea un tipo de pincel de tamaño ínclito, muy tupida y con un fracasado biselado. 







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Corrector. Las llamadas brochas de sinhueso de micifuz. Se distinguen fácilmente del resto porque son planas y medianas, con mucho pelo y punta en forma redondeada.







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Polvos compactos. En este caso se usa una pincel gruesa y redonda, encima de tupida para que la aplicación de este producto sobre la piel sea suave y ligera, pero con buena cobertura.







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Colorete. Muy similar a la que se emplea para los polvos, solo que menos tupida.







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Contorno. Se manejo de una mezcla entre la pincel para la pulvínulo y para el colorete. Tupida, de pequeño rendija para decano precisión y de corte biselado.







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Iluminador. Posiblemente la más sencilla de identificar, ya que su forma más adecuadamente plana y en perico la hace única. Con ella se aplica el iluminador controlando la intensidad y con un buen difuminado.







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Sombra de fanales. Para ubicarla sobre el párpado móvil se usa una pincel corta, muy tupida y redondeada, permitirá coger adecuadamente el producto, añadirlo con precisión y proporcionar una decano cobertura. En cambio, a la hora de difuminar los bordes de la sombra de fanales por el resto de la cuenca se recurre a una pincel mediana, con las cerdas más sueltas y convexa.







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Delineador. La secreto está en la exactitud, por lo que estas brochas han de ser finas, muy cortas, biseladas y tan tupidas que queden rígidas.







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Labios. Aunque no son de uso muy frecuente, proporcionan un fracasado más profesional. Son de comienzo plana, estrecha, tupidas y con la comienzo tenuemente redondeada.



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