Tras unos meses complicados por su sonada ruptura con Íñigo Onieva, Tamara Falcó ha viajado a las Maldivas para celebrar su 41 cumpleaños. Unas holganza en las que ha estado acompañada de su mama, Isabel Preysler, de su hermana, Ana Boyer, de su cuñado, Fernando Verdasco, y de sus sobrinos pequeños Miguel y Mateo.
Un plan muy común en el que han podido disfrutar de las idílicas aguas turquesas de las islas y de unos días de relax, en buena compañía y comida. "El mar es una de las creaciones de Todopoderoso que más paz me producen. Sin él, sería menos eficaz. Gracias por este regalazo Señor y por poder compartirlo con mi grupo. Especialmente con mi adoptado Miguel que es otro regalo", escribía recientemente en Instagram contiguo a varias imágenes de su delirio.
La marquesa de Griñón mostraba algunos de los looks que ha llevado en estas holganza. Encima de sofisticados vestidos para celebrar su cumpleaños con una monopolio cena, Tamara todavía compartía el bañador de estilo clásico y atemporal que la ha acompañado en estos días de playa en los que ha enseñado a nadar su sobrino Miguel.
Falcó optaba por un apropiado diseño en garzo marino, con prorrata palabra de honor con una rajadura central. Un maniquí diseñado para apoyar a todos los cuerpos puesto que tiene detalles fruncidos que ayudan a espigarse la silueta. Encima, su prorrata resalta los hombros, detalle que ayuda a prorrogar visualmente la figura.
En una imagen se podía ver que Tamara combinaba el bañador con un pareo desprendido de apósito, todavía en garzo, para pasear por la isla. Una disyuntiva con la que confirmaba que estos bañadores se pueden usar como un body, una destreza que hace unos primaveras ya pusieron de moda prescriptoras de estilo como Paula Echevarría y Sara Carbonero y que es ideal para administrar espacio en la maleta.
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