Crece la presión sobre Biden para que extradite a Bolsonaro de Florida

El día que Luiz Inácio Lula da Silva tomó posesión de la presidencia de Brasil, a su antecesor lo vieron comiendo en un Kentucky Fried Chicken (KFC) de Kissimmee, en el entorno de Orlando (Florida).

Jair Bolsonaro, “el Donald Trump de los trópicos”, imitó a su experto. Como hizo el estadounidense al perder delante Joe Biden, negó la derrota y huyó a Florida sin conceder la conquista. Y los dos aplicaron una retórica golpista similar que, en definitiva, llevó al asalto de las instituciones democráticas en entreambos países.







Según la prensa brasileña, Bolsonaro fue ingresado en una clínica de Orlando por dolores abdominales

Ahora la pelota, sin comerlo ni beberlo, aunque sepa de primera mano lo que está pasando Lula, ha caído en el tejado de Biden. Conforme pasan las horas se acrecienta la presión sobre el presidente de Estados Unidos para que revoque el visado que permite a Bolsonaro estar en Florida. El diario O’Tierra aseguró que el expresidente fue ingresado este lunes en un hospital de Orlando conveniente a unos fuertes dolores abdominales. No es la primera vez que ocurre poco así, a posteriori de una operación a la que fue sometido en el 2018.

La Casa Blanca informó de que no ha recibido ninguna petición oficial de Brasil para la extradición. Pero desde el edicto de los demócratas, el parlamentario Joaquin Castro, miembro del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Devaluación, señaló que Bolsonaro siguió “el manual de Trump para inspirar el terrorismo doméstico y tratar de hacerse con el Gobierno”. Según su visión, “Bolsonaro está en Florida y debería ser extraditado a Brasil”.

Para Castro, "Estados Unidos no debería ser el refugio para estos autoritarios que inspiran el terrorismo doméstico en su propio país y no se le debería permitir estar en Florida, donde ha ido a ocultarse para no rendir cuentas por todos los crímenes que ha cometido".

Los hechos ocurridos el pasado domingo en Brasilia, el corazón político de la república brasileña, acarrearon de inmediato para los estadounidenses el eco de lo ocurrió el 6 de enero del 2021, cuando las hordas trumpistas, azuzadas por su líder, trataron de hacerse con el control del Capitolio e impedir la conquista de Biden.









Alexandria Ocasio-CortezCongresista demócrata


Esta similitud es la que ha propiciado que las miradas se posen sobre Florida y la petición de que se expulse al expresidente brasileño.

Incluso se ha de ojear que esto no es conforme. Kevin McCarthy, recientemente preferido presidente ( speaker ) de la Cámara Devaluación aún no había emitido un comunicado, más de 24 horas a posteriori de la insurrección bolsonarisa. McCarthy, uno de los más sumisos palmeros de Trump, negó su condena auténtico al autogolpe de Estado de hace dos primaveras.

En cambio, una de las legisladoras a las que más desprecia, Alexandria Ocasio-Cortez, tuiteó que “casi dos primaveras a posteriori del ataque fascista al Capitolio, vemos que los fascistas intentan hacer lo mismo en Brasil”. Y añadió que “EE.UU. no debe asegurar refugio a Bolsonaro en Florida”.

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