Este miércoles comienza una nueva estampado de la Supercopa de fútbol española en Arabia Saudí. En 2019, los dirigentes de este país llegaron a un acuerdo con la Tratado Española por el que abonarán 240 millones de euros por tener la celebración de seis ediciones de este torneo. La Supercopa se suma a una larga inventario de competiciones deportivas con las que el régimen de Mohamed bin Salman tráfico de blanquear su imagen internacional. La última operación ha sido el fichaje de Cristiano Ronaldo por un equipo saudí. Por todo esto, Remisión Internacional ha publicado un mensaje en el que recuerda diez datos que muestran la cruda verdad de este país.
1.- La conflagración en Yemen habría provocado ya unas 233.000 muertes desde el año 2015. Arabia Saudí encabeza una coalición de países árabes que habría realizado cerca de de 25.000 ataques aéreos y que mantiene un pulso con su rival en la zona, Irán, por el control del país. Más de 2,5 millones de personas se han desplazado internamente, según la ONU, desde el inicio de un conflicto que ha recrudecido el deseo, la desatiendo de agua y las epidemias que ya flagelaban a la población yemení.
El año pasado el régimen saudí ejecutó a 128 personas
2.- Salma al Shebab, una pollo saudí, religiosa de dos hijos y estudiante de doctorado en Reino Unido ha sido condenada a 34 primaveras de mazmorra. Su delito, durante una cita a su país, activo tuiteado a beneficio de los derechos de las mujeres en el país. Tras 285 días en régimen de aislamiento la condenaron a 6 de primaveras de mazmorra, pero el “Tribunal Penal Especializado” aumentó seguidamente la pena a 34 primaveras.
El caso de Salma es una de las últimas muestras del ignorante respeto del régimen saudí por los derechos de las mujeres. El pasado año fueron puestas en osadía las activistas Loujain al Hathloul, Nassima al Sada y Samar Badawi, pero con una serie de imposiciones judiciales como la prohibición de alucinar fuera del país, platicar en sabido, retomar su actividad por los derechos humanos o usar las redes sociales.
3.- Abdulrahman al Sadhan, un trabajador de la Media Reflejo Roja en Riad, la hacienda del país fue condenado a 20 primaveras de mazmorra. Las pruebas presentadas contra él eran unos tuits satíricos y críticos en dirección a las políticas del gobierno. Fue destacado, entre otros cargos, de “preparar, juntar y destinar material con fines que podrían perjudicar el orden sabido y los títulos religiosos” y “ofender a las instituciones del Estado y los funcionarios públicos a través de la difusión de falsos rumores sobre ellos”.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, dando la bienvenida al presidente chino, Xi Jinping, en la hacienda, Riad.
4.- El año pasado el régimen saudí ejecutó a 128 personas. El 12 de marzo se realizó una ejecución colectiva de 81 personas. A pesar de que las autoridades saudíes anunciaron en 2021 la suspensión del uso de la pena de homicidio por delitos de drogas, no se realizó ningún cambio constitucional.
5.- Mohamed al-Bokari, defensor de los derechos LGTBI, fue destacado de violar la decente pública, promover la homosexualidad en Internet e “imitar a las mujeres” por lo que fue sometido a 500 latigazos cercano a 10 meses de prisión. Arabia Saudí es un de los merienda países en el mundo en los que la homosexualidad se puede conmover a castigar con la pena de homicidio, de acuerdo al mensaje de la plataforma ILGA. Aunque las penas por sustentar relaciones homosexuales no están codificadas en la constitución, el país adopta la sharia (ley islámica) como almohadilla jurídica y en ésta sí están estrictamente prohibidas.
En Arabia Saudí
Las mujeres saudíes no pueden casarse sin el permiso de su padre o tutor, y se siguen produciendo matrimonios forzados
6.- Arabia Saudí ocupa el puesto 127 en el índice de igualdad de índole de un total de 142 países de acuerdo al estudio del Foro Financiero Mundial. A pesar de avances recientes como la posibilidad de conducir, la discriminación a las mujeres saudíes sigue siendo asfixiante. No pueden vestir independientemente, sino con la abaya, una túnica negra que escasamente deja descubierta una pequeña parte del rostro, ni entrar en cierto espacios públicos a los que solo pueden entrar los hombres.
Tal y como recuerda Remisión Internacional, las mujeres saudíes no pueden casarse sin el permiso de su padre o tutor, y se siguen produciendo matrimonios forzados. Encima, una mujer que decida desatender su hogar, aunque sufra maltrato, puede ser denunciada por desobediencia por su “centinela”. Y por supuesto, despellejar esta situación y defender los derechos de la mujer está prohibido, y decenas de mujeres y hombres han sido encarceladas por ello.
7.- Actualmente se encuentran detenidos en peligro de ser expulsados un total de 30.000 etíopes. En Arabia Saudí viven cerca de de un millón de trabajadores migrantes bajo las duras condiciones que impone el sistema de “patrocinio” de las empresas denominado kafala. A lo derrochador del 2022, las autoridades continuaron realizando detenciones arbitrarias y expulsiones colectivas.
8.- A día de son 26 los periodistas que actualmente están presos por cargos relacionados con su profesión, según Reporteros Sin Fronteras. De acuerdo a esta estructura, “no existen medios de comunicación libres en Arabia Saudí y los periodistas saudíes están sometidos a una estrecha vigilancia, incluso en el extrajero. Desde 2017, la cantidad de periodistas y blogueros encarcelados se ha más que triplicado”. Arabia Saudí ocupa el puesto 166 de un total de 180 que aparecen en la clasificación sobre osadía de prensa en el mundo.
9.- Ocho personas han sido condenadas por el crimen de Jamal Kashoggi en la embajada saudí en Turquía en octubre de 2018, pero no se han hecho públicos sus nombres ni los procesos judiciales. Se sabe sin retención que el tribunal saudí absolvió a los principales acusados: Saud al Qahtani, asesor del príncipe heredero Mohamed bin Salman, el subdirector de los servicios secretos, Ahmed Asiri, y el cónsul en Estambul, Mohamed Al Otaibi, en cuyo despacho fue presuntamente asesinado y descuartizado el periodista.
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