El presidente de la Federación Francesa de Fútbol se retira

La crisis al frente del fútbol francés ha vivido este miércoles un episodio cardinal con la retirada -oficialmente provisional, aunque todo indica que puede ser definitiva- de quien ha sido el presidente de la alianza de este deporte (FFF) durante los últimos 12 primaveras, Noël Le Graët, implicado en diversos escándalos, entre ellos la inculpación de acoso sexual a empleadas del organismo que dirigía.

A Le Graët, de 81 primaveras, le sustituye de forma interina el vicepresidente, Philippe Diallo. Según declaró uno de los participantes en la reunión extraordinaria del comité ejecutante  de la FFF, Le Graët se siente "muy triste" por la intrepidez adoptada para que dé un paso al banda, a la aplazamiento de una investigación que realiza el Empleo del Deporte, cuyas conclusiones se conocerán a finales de este mes.







El desprecio en dirección a una gusto franquista como Zinedine Zidane ha precipitado la caída de Le Graët

El hasta hoy hombre musculoso del fútbol francés estaba en la cuerda floja desde hacía tiempo por varias controversias y por las críticas a su trámite. Pero el desencadenante final de su caída fueron unos comentarios recientes, muy despectivos, en dirección a Zinedine Zidane, sobre la posibilidad de que el extécnico del Verdadero Madrid y mito viviente de los bleus entrenara a la selección brasileña. Desde hace primaveras se palabra de Zidane como posible seleccionador del equipo franquista francés, aunque la confirmación de Didier Deschamps en el puesto retrasa esta posibilidad.

El propio Gobierno francés ha intervenido en las últimas horas para forzar la salida de Le Graët.  El portavoz del Ejecutante, Olivier Véran, ha dicho este miércoles en rueda de prensa que esperaba que la FFF tuviera "un presidente a la importancia". El mensaje estaba muy claro. Macron y su Gobierno ya no tenían confianza en Le Graët, que estaba ensuciando la imagen del fútbol francés y del país.







El portavoz del Gobierno pedía "un presidente a la importancia", señal de que Macron había perdido la confianza en Le Graët

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