Los precios cayeron un 0,1% en diciembre y la inflación se desaceleró de forma trascendente en Estados Unidos. Alcanzó un ritmo del 6,5% anualizado, a posteriori del 7,1% registrado en noviembre, lo que supone el nivel más bajo en más de un año y el decano retroceso desde el inicio de la pandemia.
Pese a esta buena señal, que supone un reválida a la política del presidente Joe Biden, la inflación sigue mostrándose persistente, lo que requiere, según los analistas, que la Reserva Federal (Fed) mantenga su partidura dura, aunque en pequeño escalón. El 6,5% sigue siendo el porcentaje más detención de inflación en diez abriles.
Los datos del Unidad de Estadística señalan que la inflación ha declinado de modo continuada en los últimos seis meses, tras alcanzar el pico del 9,1% en junio, el índice más elevado en cuatro décadas.
El llamado núcleo del índice de precios, en el que no se contabiliza los sectores más volátiles como el precio de los alimentos y la energía y que se considera un indicador más fiable, se contrajo un 0.3% en el postrer mes del 2022 en relación a noviembre. Esto deja el ritmo anualizado en el 5,7%.
Esta información está en el centro de la diana de los responsables del faja central estadounidense para arriesgarse cuánto más pueden encoger el crecimiento de la finanzas del país, en exclusivo del poderoso mercado sindical. Desde el mes de marzo, cuando certificaron que la inflación no era poco pasajero a posteriori del confinamiento de la pandemia, sino que había enraizado, la Fed ha subid desde cero un 4,25% los tipos de interés, si aceptablemente en la reunión con la que cerró el pasado año optó por un 0,5% en punto del 0,75% de los cuatro encuentros previos. Su objetivo llamativo es que el precio del plata se sitúe por encima del 5%.
Los inversores ya están metidos de pleno en las especulaciones si este circunstancia positivo, en partidura con los pronóstico y que de entrada pareció impactar poco a Wall Street, supondrá un punto de inflexión en la Reserva a la hora de arriesgarse nuevo incrementos. Algunos de sus gobernadores han sugerido que en la próxima reunión se mantendrá el encarecimiento pero solo de un cuarto de punto. No solo está están en retroceso en los precios, puesto que incluso se ha constatado un cierto refrigeramiento del mercado sindical, pese a continuar robusto.
Al importante retroceso en el precio del combustible se le atribuye buena parte de la caída de precios el pasado diciembre. El coste en las gasolineras se desplomó el 9,4% ese mes y ahora están un 1,5% por debajo de hace un año, cuando se trepó por encima de los cinco dólares el distintivo (3,78 litros) a mediados del 2022. El petróleo retrocedió un 16,6% en diciembre, lo que contribuyó a un decadencia del 4,5% en el índice de energía.
Con los huevos por las nubes, los precios de los alimentos se incrementaron un 0,3% en diciembre, mientras que la vivienda incluso tuvo una subida trascendente del 0,8% respecto a noviembre. De esta modo se sitúa en un 7,5% más detención respecto a un año a espaldas. La vivienda representa un tercio del total del índice de precios.
El comercio de coches usados, uno de los sectores que más influyó en que se disparara la inflación, registró unos precios un 2,5% inferiores y ahora cae un 8,8% en comparación a hace doce meses.
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