Los artistas logran tras años de reclamaciones el régimen de 'intermitentes', como en Francia

La medida suerte del nuevo Estatuto del Cómico, la más reclamada por el sector cultural durante las últimas décadas, tener un régimen de prestaciones por desempleo que reconozca el carácter esencialmente intermitente de su trabajo, como desde hace tiempo lo reconocen países como Francia, ya está aquí. El Consejo de Ministros ha apto hoy la primera prestación distinto por desempleo para el sector cultural y bello -tanto para artistas como para los que desempeñan actividades técnicas y auxiliares-, que permitirá a los trabajadores de la civilización, muchos de los cuáles alternan periodos de empleo con otros de inactividad, entrar a una prestación cotizando 60 días en los últimos 18 meses o 180 días en los últimos seis abriles, frente a los 360 para otros sectores. Una prestación que tendrá una cuantía de hasta el 100% del Iprem, que este año se monograma en 600 euros, durante cuatro meses.

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La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Pertenencias Social, Yolanda Díaz, y la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros 




Eduardo Parra / EP

La vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha explicado tras el Consejo de Ministros que "hoy traemos el ensanchamiento de una de las grandes reivindicaciones, una prestación específica por desempleo para los trabajadores y las trabajadores de la civilización, es un día muy distinto, hay muy pocos países que cuenten con esta protección y España da un paso delante. Las normas que estamos modificando traen causa de una norma del 85, y los trabajadores de la civilización llevan muchísimos abriles movilizándose y reivindicando lo que hoy aprobamos".







Para los artistas autónomos de bajos ingresos -menos de 3.000 euros anuales- habrá una cotización escasa

El Decreto-Ley apto extiende por otra parte la compatibilidad de la pensión de subvención con la actividad artística -que hasta ahora alcanzaba a actividades que generaban derechos de propiedad intelectual y ahora podrán cubrir, por ejemplo, los honorarios por una conferencia de presentación de un libro-, permite compatibilizar las pensiones no contributivas con rendimientos de la actividad artística, siempre que no superen el Salario Exiguo Interprofesional, regula la cotización de los pensionistas cuando realicen actividades artísticas y para los artistas autónomos de bajos ingresos -con un final de 3.000 euros anuales- habrá una cotización escasa, con una cuota mensual de 161 euros.

El Gobierno estima que estas medidas pueden alcanzar a 70.000 afiliados encuadrados como artistas tanto en el Régimen Universal como en el Específico de Trabajadores Autónomos. Y por otra parte ha decidido dos grupos de trabajo para impulsar medidas de registro de la intermitencia en el ámbito profesional y de la Seguridad Social de los artistas y trabajadores autónomos de la civilización, y otro para evaluar y inspeccionar determinadas enfermedades profesionales derivadas de las actividades específicas del sector.

Se da así un paso de superhombre en el ampliación el Estatuto del Cómico, que bajo el impulso decidido de Miquel Iceta como ministro de Civilización ha apto durante los últimos meses una larga nómina de medidas laborales y educativas -como la reducción de los tipos de retención a cuenta del IRPF, un acuerdo profesional bello de duración temporal o nuevas conocimiento artísticas-, como producto de una Comisión Interministerial que implica nadie menos que a ocho ministerios y que está dando cumplimiento a una resolución aprobada por unanimidad en el Congreso en 2018.

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