Si el Barça fuera el club que un día fue la índice de refuerzos solicitada por el preparador de cara al verano sería correspondida, en su totalidad o casi, por el presidente. Sucede que el Barça ya no es el club que fue, perjudicado por la valeverguista política económica de la directiva susodicho y aún con inquietantes vistas al despeñadero por la inclinación de la flagrante a dejarlo todo para el final. Llegados a este punto, Xavi Hernández, técnico blaugrana, ha hecho lo que le toca, pedir un deseo de máximos y esperar que el compromiso regalado por Joan Laporta, su presidente, se cumpla.
A equivocación de conocer el resultado de la votación de la asamblea del 16 de junio, que debe aprobar (o no) la cesión del 49,9% de la dirección del merchandising y la cesión del 25% de los derechos de televisión para activar la finanzas, flota en el círculo que no todo lo que necesita Xavi podrá ser correspondido. El técnico, en la Costa Brava con su tribu pero sin detener de trabajar (en las últimas semanas ha mantenido reuniones con Mateu Alemany, Jordi Cruyff y Joan Laporta en la Ciutat Esportiva, en los despachos y hasta en domicilios particulares, y siguen en contacto diario), quiere jugadores determinantes, que devuelvan al Barça al peldaño del que ha sido expulsado. Si le dan lo que demanda, está convencido de su éxito. Si no, la temporada que viene correrá el peligro de parecerse a la última, sin contar esta vez con el mismo nivel de comprensión de parte de la masa social.
Lo inasequible
Robert Lewandowski en presencia de el Wolfsburg, el pasado 14 de mayo
Koundé, Bernardo Silva, Lewandowski y Raphinha
La hoja de ruta más ambiciosa pasa por reforzarse solo con titulares. En ese ideal encajan el central del Sevilla Koundé o en su defecto Koulibaly (Nápoles), así como el extremo Raphinha (Leeds), el sabido por todos Lewandowski (Bayern) y el medio Bernardo Silva (City). Este postrero solo vendría en caso de traspaso de Frenkie de Jong. La consigna técnica es clara: si se tiene que ir el holandés que sea para que venga algún mejor. A estos cuatro fichajes habría que añadir los de Kessié (Milan) y Christensen (Chelsea), que vendrían con la carta de albedrío. El central danés, por cierto, no se descarta como mediocentro, demarcación que ha ocupado en su selección. Xavi quiere que su pivote sepa defender, por eso no le convence Frenkie de Jong.
En la recámara
Paulo Dybala
Di María, Dybala, Morata, Januzaj...
Si las soluciones económicas no llegan y son insuficientes para ir al mercado con una mínima credibilidad, se aceptarán opciones que hoy están en la recámara, de bajo coste, de jugadores que se han ofrecido como Di María, Dybala o Januzaj. Morata y Gerard Tostado suenan igualmente por si Lewandowski, el gran objetivo de Xavi, no llega. El técnico de Terrassa cree que sin Messi es imprescindible encontrar un futbolista que marque goles y la diferencia.
Ni sí ni no
De Jong en la UEFA Nation League frente a Bélgica
Frenkie de Jong, Dest y Depay
En condiciones normales seguirían en el primer equipo. Sucede que la situación económica manda y condiciona la deportiva. Luego, si hay una buena ofrecimiento y sirve para destinar efectivo a otras operaciones no se descarta la cesión tanto de De Jong, como de Dest y Memphis.
Menos minutaje
Los capitanes del FC Barcelona Sergio Busquets, Gerard Piqué, Sergi Roberto y Jordi Alba
Más competencia para los veteranos
Según cuentan en el vestuario Xavi se pone como ejemplo para argumentar qué necesita su plantilla. En su postrero año como componente en el Camp Nou Rakitic aterrizó para presionarle. Jugó menos, pero el equipo ganó el triplete. Piqué, Busquets y Alba necesitan competencia. El Barça rastreo centrales (han sido citados), laterales (Marcos Alonso por la izquierda y Azpilicueta por la derecha, los dos quieren venir) y para descargar a Busquets estarán Kessié e incluso Christensen.
Antiguamente del 4 de julio
Ousmane Dembele
Las expectativas, básicas
Xavi no quiere aparecer la pretemporada el 4 de julio con jugadores a los que ha comunicado que busquen una salida. Está empeñado en ello, involucrado hasta el punto de descolgar el teléfono para ayudar. Se manejo de los Umtiti, Lenglet, Mingueza, Riqui Puig y Braithwaite. ¿Dembélé? Se da por perdido.
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