Con las ausencias de Mathieu van der Poel y Wout van Aert, sólo Tom Pidcock tomó la salida en el X2O Trofee Baal (Bélgica) en representación del trío titánico del ciclocross mundial.
Si proporcionadamente el sajón demostró superioridad desde el minuto uno de carrera, asimismo supo mantenerla con frialdad hasta el final. Aún así, afectado por la presión de la última reverso, tomó demasiado peligro en un descenso complicado y cayó fuertemente contra el sabido.
Así que un diestro de la talla de Iserbyt, que fue líder de Copa del Mundo durante el primer tramo de competición, no desaprovechó el regalo para retornar a su mejor interpretación, de paso, desquitándose de la dura caída sufrida en la cocaína de Val di Sole que le mantuvo apartado de las últimas carreras del calendario.
Iserbyt anejo a Vanthourenhout salieron disparados tras varias jornadas en la sombra de los gigantes. A pesar de su buena salida, Pidcock, a ritmo insultante, los sobrepasó en la segunda reverso y dejó la carrera sin novedades hasta su caída, un percance que lo dejó descolgado pero gracias a su superioridad pudo apoyar podio.
Parece que al válido campeón mundial le toca despedirse de revalidar título, veremos si puede ascender en forma a la ulterior estampación de Copa del Mundo dónde regresan Van Aert y Van der Poel.
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