El 19 de enero ha callado fijado como el día de la firma del Tratado de Barcelona entre España y Francia, y todavía como una marcha intensa en la haber catalana en la que han convergido la política foráneo y la doméstico. Hay que ir por partes para analizar la cumbre en su extensión, que tiene como eje principal la firma de un Tratado de Amistad y Cooperación que eleva el rango de las relaciones hispano-francesas.
El Tratado de Barcelona
Nuevos equilibrios en Europa
El acuerdo sinalagmático sitúa las relaciones bilaterales en el mismo nivel que las que Francia tiene con Alemania e Italia. Y España con Portugal. La relación prioritaria entre París y Berlín se remonta a 1964 y fue ratificada en el 2019. Con Italia, Francia firmó el acuerdo de Quirinal el pasado 2021. La compleja situación que atraviesa la UE y las dificultades en la relación de París con Berlín y Roma facilitan el entendimiento francoespañol. Pero éste no es coyuntural, el Tratado de Barcelona es un documento de valía forense que se empezó a trabajar tras la penúltima cumbre sinalagmático (Montauban, 2021) y que establece un nueve eje de influencia.
Una Europa más soberana en defensa
El hilo conductor del Tratado de Amistad se base en el fortalecimiento de la soberanía de Europa, una envite a la que se comprometen uno y otro países. Son relevantes las referencias en materia de defensa y bienes. El Tratado de Barcelona indica la implicación de uno y otro países por crear una Europa más robusto y con longevo capacidad en el ámbito de la seguridad y la defensa. Se crea un consejo hispano-francés de defensa y se reactiva la cooperación en industria marcial.
Fortalecimiento y autonomía económica de la UE
España y Francia subrayan la penuria de preservar la integridad y la resistor del mercado europeo, especialmente frente a la amenaza de Estados Unidos con una política de incentivos fiscales para implantar una bienes verde. Y en el contexto de crisis por la aniquilamiento de Ucrania. El Tratado se compromete a adoptar instrumentos autónomos europeos para proteger las empresas europeas de prácticas desleales. Se destacan seis apartados fundamentales para disminuir la dependencia estratégica europea: energía, materias primas y críticas, semiconductores, vigor, digitalización y sector agroalimentario.
Consejos de Ministros conjuntos
Para coordinar las estrategias de uno y otro países de forma efectiva, un miembro del Gobierno de cada país será invitado al Consejo de Ministros de la otra parte al menos una vez cada tres meses y por rotación ministerial.
Interconexiones energéticas
España y Francia se comprometen a seguir desarrollando inteconexiones entre uno y otro países dando prioridad al ámbito de la energía. En este sentido, se cita el tesina de interconexión H2Med (el hidroducto que unirá Barcelona y Marsella para el transporte del hidrógeno verde) de forma equitativa y de conformidad con las normas europeas.
Pasos fronterizos
Francia mantiene cerrados ocho pasos fronterizos pese a la demanda española de que sean abiertos, y alega motivos de seguridad interna. El Tratado no pone fechas a la decisión de este contencioso pero sí que queda escrito que se creará un Comité de Cooperación Fronteriza para avanzar su resolución.
En secreto interna
Barcelona, la ciudad protagonista
Más allá de la rótulo del Tratado de Amistad que lleva su nombre, la sufragio de Barcelona como sede de la cumbre a propuesta del Gobierno gachupin buscaba trasladar una imagen de cambio de etapa política tras los primaveras del procés, con una imagen de recuperada normalidad. El Ejecutor quiere inaugurar un nuevo horizonte con las elecciones generales previstas para en el interior de un año bajo la premisa de que se ha pasado página del procés. La haber catalana fue presentada por el presidente de regreso a Europa y como punta de pica de este nuevo eje franco-español, y futuro centro importante por la conexión energética a través del H2Med. Sánchez señaló que Barcelona recibirá las inversiones que había reclamado y se le habían incapaz. Precisamente por este contexto estimado, fue escena de la manifestación convocada por el independentismo y que obligó al Govern de la Generalitat a un complicado consistencia.
Aragonès: saludo, diálogo y adiós
La cumbre sirvió todavía para atestiguar que pese a las diferencias, las relaciones entre el Ejecutor gachupin y el Gobierno catalán tienen bases sólidas. El president Aragonès acudió a Montjuic para aceptar a Sánchez y Macron. Departió con el primero unos cuantos minutos en una imagen buscada. Al beneficio de que uno y otro mandatarios hablasen o no de si se ha fracasado el procès, el respeto institucional persiste. Aragonès se marchó para no escuchar el himno gachupin y no asistir al pase de revista al Ejército.
La manifestación independentista.
La décimo no fue masiva –6.500 personas según la Guarda Urbana-, y había sido convocada papa destinar el mensaje de que el procés no ha fracasado, pero los abucheos al líder de ERC, Oriol Junqueras, que tuvo que entregarse la concentración acabaron poniendo el foco en la división interna. Desde el entorno oficial se apuntaba al fracaso de este movimiento realizado por el independentismo en un día con el foco foráneo puesto en Barcelona. Pero el debate sobre el soberanismo sigue vivo. La política se mueve y la cumbre de Barcelona ha servido para reflejarlo, en secreto interna e internacional.
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