Rusia dio este miércoles un nuevo volantazo en la dirección de su campaña en Ucrania. El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, ordenó retirar al comandante de las fuerzas militares que combaten en el país vecino desde febrero de 2022 y sustituirlo por Valeri Guerásimov, contemporáneo superior del Estado Longevo del Ejército ruso.
El militar Guerásimov, hombre de 67 abriles de la máxima confianza de Shoigú, releva a Serguéi Surovikin, quien asumió el mando de la agrupación en octubre, a posteriori de la retirada rusa de la provincia de Járkiv, en septiembre.
Explicación oficial
El cambio obedece a la indigencia de establecer una interacción más estrecha entre las tropas, dice Defensa
Shoigú decretó que Surovikin siga implicado en la campaña como adjunto de Guerásimov, función que compartirá con el comandante en superior de las fuerzas Terrestres, Oleg Saliúkov; y el superior adjunto del estado longevo, el coronel militar Alexéi Kim.
El Empleo de Defensa explicó la valentía oportuno al aumento de las tareas ya resueltas en Ucrania, por otra parte de la indigencia de establecer una interacción más estrecha de las fuerzas y mejorar el apoyo de las tropas y su eficiencia.
Surovikin comandaba la agrupación sur de las tropas que operan en Ucrania ayer de encargarse la dominio de toda la operación. Eso ocurrió el pasado 8 de octubre. Su arribada fue admisiblemente saludada por los sectores más belicistas de Moscú, ya que se produjo a posteriori del revés de Járkiv.
Única hacienda provincial ocupada
Surovikin fue el que recomendó en noviembre la retirada rusa de Jersón
Encima, bajo su mando las fuerzas aeroespaciales rusas efectuaron masivos ataques con misiles contra la infraestructura energética de Ucrania, una organización al principio jaleada en Moscú, donde se recordó el apodo que ya había recibido por sus servicios en la supresión de Siria: "militar Armagedón".
Moscú igualmente ha usado ese tipo de ataques como represalia o respuesta a acciones ucranianas especialmente dolorosas para sus tropas o muy simbólicas, como la crisis en el puente de Crimea del mismo día en que Surovikin asumió el mando.
Sin incautación, Surovikin igualmente fue quien decidió retirar las tropas de la orilla derecha del río Dniéper, lo que supuso darse en noviembre la ciudad de Jersón, la única hacienda de provincia que los rusos habían rematado tomar durante toda su intervención en Ucrania.
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