La empresa que se ocupa del derribo de los silos de Senpa de Lleida ha podido retomar hoy los trabajos, posteriormente de que los vecinos de Pardinyes consiguieran paralizarlos este miércoles. Varios de estos vecinos se han reunido delante del edifico por tercer día consecutivo en señal de protesta y han vuelto a tirar huevos a las máquinas con el objetivo de impedir la visibilidad a los operarios.
Una treintena de vecinos se han vuelvo a concentrar delante del edificio a primera hora de la mañana con el objetivo de suministrar paralizadas las obras de derribo del edificio de los antiguos silos donde el Concejo de Lleida construirá un suministro comunitario para temporeros y emergencias y donde se calcula que hay 17 nidos de cigüeña.
A pesar de su competición, los trabajos se han podido retomar y el derribo ya es visible por la parte izquierda del edificio
Los vecinos han trillado la organización de tirar huevos a las máquinas, por otra parte de bolsas con restos orgánicos, para impedir la visibilidad de los operarios, a pesar de que en esta ocasión los trabajos se han podido retomar de forma parcial en la parte izquierda del edificio.
Durante la mañana, vecinos los concentrados han mostrado su rechazo por el derribo con pancartas y gritos cuando las máquinas han empezado a trabajar. De hecho, algunos de los presentes no han podido contener las lágrimas en el momento en el que las máquinas han empezado a originarse parte de la tabique del edificio.
“Lloran porque este edifico es significativo del intramuros y porque encima hay 17 nidos de cigüeñas. Es una atrocidad lo que se ha hecho, pero ahora ya no podemos hacerle cero”, ha lamentado el presidente de la Ordenamiento de Vecinos de Pardinyes, Joan Torné. De la misma forma, Paco Castillo, miembro de la Plataforma de Vecinos de Pardinyes, ha calificado de “antinatural” el derribo.
Por otro banda, desde Overpard, la plataforma municipal del intramuros y Ipcena se han mostrado todavía desconformes con la audacia de la jueza de alcanzar dos días más el plazo para osar quién tiene que resolver el procedimiento interdictal que las entidades presentaron en el audiencia y por no pedir el incomunicación de los trabajos de forma cautelar.
“La jueza sabe perfectamente que una máquina puede desplomar la centro del edifico en dos días y no entendemos cómo no ha tomado la medida cautelar de detener”, ha explicado el portavoz de Ipcena, Joan Vázquez. Considera que con esta audacia “se están tirando por tierra los derechos de los grupos que se oponen al tesina” y todavía asegura que Lleida es el único oportunidad de Europa donde se están “torturando y exterminando a las cigüeñas”.
El miércoles, la empresa que se encarga de las obras de derribo de los silos presentó una denuncia a los Mossos d'Esquadra tras la protesta municipal que impidió comenzar los trabajos. Según el corregidor de Lleida, Miquel Pueyo, todavía les consta que se ha intentó rodear las puertas de la maquinaria con silicona. Pueyo explica que la empresa les ha manifestado "preocupación por la integridad física de sus trabajadores".
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