Sergio Scariolo: éxito y sacrificio de un buen hombre

Hizo lo impracticable: consiguió que un firmamento sin estrellas brillase con la misma placer. Cuando nadie daba un duro por la selección española de baloncesto, él supo convencer al conjunto, con nueve debutantes, y aislarlos de un clima normal enfermo de soberbia por la distorsionante costumbre de cobrar siempre. Su octava medalla en diez torneos con los españoles, la que menos esperaba nadie y la que más alegría le dio, posiblemente.

Con todo, Sergio Scariolo (Brescia, Italia, 1961), afirma que cuando no esté le gustaría ser recordado “como algún que pudo ayudar a otras personas. Determinado con fondo bueno que quiso transmitir títulos a los demás que creyó que la alegría más vasto es existir, más allá de las alegrías en el deporte, que suelen ser efímeras”, explica en conversación con La Vanguardia.

Su libro va ya por la segunda edición.

Su tomo va ya por la segunda estampado.




La Esfera

El preparador italiano ha escrito Mi bienquerencia por el baloncesto (La Esfera de los Libros), con prólogo de Pau Gasol y ya por su segunda estampado, en el que cuenta la moneda de dos caras que supone esta pasión irrenunciable: la plenitud y la soledad. Hijo de profesores, cree que el animación que vivió en casa marcó su disposición y guio su modo de motivar a los jugadores. Todavía su atildado aspecto, siempre impecable como aquel Pat Riley que forjó la cartel de los Lakers. 









Sergio ScarioloPreparador de baloncesto


“El baloncesto siempre ha sido un deporte en que los entrenadores han tratado de abastecer un decoro, cierto respeto para el espectáculo, lo que ahora mismo en la NBA se ha perdido. Tras la pandemia se instaló el vestido de una vestimenta más deportiva, poco que se ha transmitido a muchas selecciones. Ahora la FIBA está empujando para retornar al traje obligatorio incluso en verano. En mi caso hay parte de vestido cultivado cuando me fui formando y parte de la civilización de este deporte. Fíjate que me chocaba un poco cuando veía entrenadores de fútbol en chándal… Ojo, reconozco que es muy cómodo (risas)”.

Horizontal

Scariolo en su combate 200 como monitor en la Euroliga. 




EFE

Scariolo ha acabado para España un campeonato del Mundo, cuatro de Europa, plata en Londres 2012, bronce en Río 2016 y un tercer puesto en el Eurobasket de Turquía en 2017. Ahora dirige a la Virtus de Bolonia y ya ha entregado a sus vitrinas dos Supercopas de Italia y una Eurocup y durante su larga estancia en España comandó a Baskonia, Auténtico Madrid y CB Málaga. En ningún caso se fue con las manos vacías. Incluso logró un anillo de la NBA para los Toronto Raptors como primer monitor asistente. Pero el oro de este pasado Eurobasket de Alemania ha sido un hito sin precedentes, inesperado, fuera de serie. Logró aislar a los suyos de la presión por tratar de seguir la reguero de los Gasol, Navarro, Calderón, Reyes, Llull, Rudy, Rubio y otros de su talla y convertirlos en campeones.







Un palmarés gachupin impresionante


Scariolo ha acabado un campeonato del Mundo, cuatro de Europa, plata en Londres 2012, bronce en Río 2016 y un tercer puesto en el Eurobasket de Turquía 2017

Horizontal

Marc Gasol y Scariolo, durante la final del Mundo de 2019 y en la que España se impuso a Argentina.




Getty

Le quita mérito a su parte de la proeza, benevolencia obliga: “Quiero ser sincero: ese clima nunca les influyó demasiado. Es un equipo que está acostumbrado a trabajar juntos desde hace tiempo y aunque no queda nadie de la más vieja guarnición, estas cosas se transmiten; me refiero a títulos de vestuario y de equipo, al mandatario que dejan las leyendas. Uno de esos principios o títulos es el de hacer caso solo y exclusivamente a los de internamente e ignorar lo que se dice, se comenta, es escribe o se pronostica fuera”.







Fue monitor en los Toronto Raptors


Le encanta LeBron James y hubiera soñado con entrenar a Kobe Bryant

De los jugadores más completos y determinantes que ha conocido se queda con Lebron James aunque hubiera sido un sueño entrenar a Kobe Bryant: “Pau siempre me habló de una forma específico de él; de su competitividad, de cómo exigía y potenciaba que los demás mejorasen para seguir su ritmo… Es una característica que he vivido con algunos jugadores y valoro como extremadamente diferencial”.

Sergio Scariolo y su esposa, Blanca Ares, en la boda de Sergio Llull y Almudena Cánovas, celebrada en Menorca.

Sergio Scariolo y su esposa, Blanca Ares, en la boda de Sergio Llull y Almudena Cánovas, celebrada en Menorca.




GTRES

Scariolo vivió un punto de inflexión cuando se puso a las órdenes del Unicaja de Málaga. Llegó a finales de 2003 y le consiguió una Confederación y una Copa del Rey en dos temporadas. Venía de entrenar al Baskonia y al Auténtico Madrid pero fue en tierras andaluzas donde todo cambió: “Un punto de inflexión desde luego lo viví cuando fui a entrenar a Málaga, hasta el punto de osar instalar en Marbella nuestra residencia habitual”. 







Pasión total por el baloncesto


En 2003 se casó con la exalero Blanca Ares, campeona del Eurobasket de 1993

Aquel año fue todavía el de su boda con la madrileña Blanca Ares, exjugadora de baloncesto española y luego columnista de Gigantes y SportManía y locutora en Punto Radiodifusión Málaga. Su equipo fue botellín en Barcelona’92 pero ganó el Eurobasket de 1993. “Blanca me ha influido en brindar mi mente a la visión de un tahúr sino, poco que nunca he sido. En mi trabajo no llegas a empatizar del todo con algún así si nunca fuiste de su talla. Y en la capacidad de desdramatizar todavía me ha enseñado: ahora la domino mucho más y no era poco con lo que he nacido. Cada dos días o tres hay una trofeo y una derrota y hay que asimilar no tomárselo todo demasiado en serio”.

Tras jugar en el Manhattan College, Alessandro milita ahora en los Tigers de Ouachita (Arkansas), ambos de la NCAA.

Tras entretenerse en el Manhattan College, Álex milita ahora en los Tigers de Ouachita (Arkansas), uno y otro de la NCAA.




LVD

Con ella tiene dos hijos, Carlota y Alessandro, todavía tahúr de baloncesto y hoy en los Ouachita Tigers de Arkansas (EE. UU.). ¿Sabe si presumen de padre cuando él no los oye? “Igual dicen a sus amigos que les puedo encontrar gracias a un contacto una mesa en un restaurante donde solos no llegarían (risas). Creo que han vivido y viven desde internamente que no todo es oro lo que reluce, que hay momentos muy duros en la profesión de monitor, de mucha soledad, y son capaces de apreciar lo que nuestra tribu puede permitirse gracias al deporte. Los fantásticos momentos que podemos existir a cambio de los duros: conseguir a las 4 de la mañana, mucho trabajo, muchos no a la posibilidad de hacer cosas juntos. Es una moneda de dos caras”.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente