Es el tema del año, y escasamente han pasado unos días desde el inicio de 2023: Tamara Falcó e Íñigo Onieva se han reconciliado tras su mediática ruptura a causa de una infidelidad por parte del ingeniero. Una segunda oportunidad de la que ningún de los dos se había pronunciado, hasta que la marquesa decidía departir por primera vez de su futuro yuxtapuesto a Onieva, y no de cualquier forma, sino incluso señalando que estarían incluso pensando en retomar sus planes de boda.
No solo eso, sino que la pareja ha disfrutado de unos días de desconexión en Laponia (Finlandia), tras el revuelo mediático generado, y la hija de Isabel Preysler aprovechaba para confirmar a través de sus redes sociales que volvían a estar juntos compartiendo una romántica imagen con el que vuelve a ser su pareja.
Un alucinación al Polo Boreal en el que la pareja ha vuelto a celebrar su compromiso tras la reconciliación, probablemente para departir holgado y tendido sobre su futuro y poner fin a cualquier malentendido que pudiese surgir de ahora en delante.
"Unos días en Ivalo (Polo Boreal) espectaculares! Vinimos Íñigo Onieva y yo para ver las auroras (#fail) pero nos vamos felices con unos expresiones espectaculares de una naturaleza que se mantiene prístina y un confort como si estuvieras en tu propia casa", escribía la influencer, acompañando su texto yuxtapuesto a varias imágenes del alucinación, en el que no han faltado los gestos cómplices y las sonrisas.
Un sentimiento que todavía correspondía Íñigo, que todavía ha querido compartir algunas instantáneas a través de sus Stories en Instagram, mostrando algunas de las actividades de las que ha podido disfrutar la pareja, como contar en trineo por la cocaína.
Una nueva oportunidad por la que parece que los dos están apostando y estarían dando el 100%, tras su primer disputa durante las pasadas Navidades. Desde entonces, la pareja no se ha separado, y parece que están más enamorados que nunca; prueba de ello son las palabras de la propia Tamara en la revista Harper's Bazaar, donde confirma que sus planes de boda -inicialmente prevista para el 17 de junio- siguen delante.
"Yo tengo esperanza y estoy enamorada. Allá que voy, allá que voy… Me veo pasando por el altar en 2023 y he estado pensando que solo tengo seis meses para el vestido de novia", asegura la aristócrata, que insiste en ser plenamente consciente de lo que implica tener perdonado a su pareja tras lo sucedido: "La confianza en la otra persona y la honestidad son los cimientos de todo. Pero no hay vida sin cruces. Si hago examen de conciencia veo que todo lo he hecho desde la verdad… Para mí es la única forma de requerir posible".
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