Para el atletismo, el sábado está siendo triste.
Se llora por la tragedia de los fisioterapeutas Encanto Basas y su hijo Carlos, fallecidos uno y otro en un casualidad de tráfico en Nueva Zelanda, donde habían ido a acontecer unos días tras el Mundial de cross de Bathurst, hace una semana, en la vecina Australia.
La grupo del atletismo, la del deporte gachupin en universal, recuerda con cariño la personalidad de uno y otro, personajes extraordinariamente queridos por su entrega al prójimo y su profesionalidad, pero mientras se llora ocurren cosas, y algunas brindan un destello de luz en el drama.
-Así de raro es todo esto. Venimos de la tragedia de Encanto y Carlos y nos encontramos con esta maravilla de Mechaal -dice Antonio Serrano, el preparador del mediofondista, este Mechaal que insiste en ganarse los focos, y acertadamente que hace.
Tan magnífica es esta nueva escuela del milquinientos gachupin, tan floreciente, que puede permitirse el suntuosidad de prescindir de dos primeras espadas -Mo Katir y Mario García Romo no acudirán el Europeo Indoor de Estambul de la próxima semana-, y aun así sigue regalando virguerías.
Esta última la ha firmado Adel Mechaal (32), atleta estajanovista, uno que no se rinde y todo lo pelea, sea la ruta, el cross, toda la viso del mediofondo, desde el 800 al 10.000, incluso el maratón...
-Bueno, el maratón aún no. Mire que hace tiempo que se lo proponen, que se suba al maratón, pero yo le digo que se esté apacible, que aún puede hacer cosas buenas en la pista. Y aquí lo tiene, con este récord -dice Antonio Serrano.
La voz de Serrano denota júbilo.
Nos atiende al teléfono, minutos a posteriori de la proeza de su pupilo: Adel Mechaal acaba de troquelar el récord de España indoor del 1.500, al firmar 3m33s28 en Birmingham, una plusmarca que viene de 1999 (Andrés Díaz, 3m33s32), de los tiempos en los que otra reproducción, la del propio Díaz, y Reyes Estévez, Redolat, Parra, Viciosa y un otoñal Cacho, asimismo reinaba en Europa.
(De hecho, aquella marca de Andrés Díaz asimismo fue récord de Europa, hito que perduró hasta el 2021, cuando se lo arrebató Jakob Ingebrigtsen, al registrar 3m31s80).
-Tenía que tocar, ya el otro día en Gallur se habían quedado cerquita -dice Andrés Díaz, que atiende a La Vanguardia al teléfono, desde su Galicia.
(el miércoles, Mo Katir había firmado 3m34s32 y Mechaal, 3m34s82).
-Yo creo que en Gallur se equivocaron un poco con el ritmo, salieron demasiado fuertes -añade Díaz.
-¿Y cómo se siente usted ahora, al favor perdido el récord? -se le pregunta.
-Siento que nos hacemos viejiños, pero seguimos siendo iguales personas. Y esto no es un acertadamente queda, pero a Mechaal le deseo una carrera repleta de éxitos. Me alegro mucho por su gesta. Yo ya llevaba un tiempo preparándome, ¿sabe? Ya sumaba varios tiros al poste. En sinceridad no contaba con que este récord durase 24 abriles, así que he tenido tiempo para ir haciéndome a la idea. Ya en el 2021, cuando me llamó Adrián Ben para anunciarme que Ingebrigtsen me había quitado la plusmarca europea, me sentí frío. Pero ya está, yo conservo mis marcas y mis saludos.
(...)
En la pista, en la reunión de Birmingham, Mechaal se ha pegado a Gourley, y Gourley a Kerr, y Kerr a la liebre, Erik Sowinski, que les ha llevado en fila india hasta el mil en 2m22s (tal y como en su día Pedro Antonio Esteso había guiado al gigantón Andrés Díaz en El Pireo).
-Ya por la mañana, Mechaal me había avisado -dice ahora Antonio Serrano-: me había dicho: 'Antonio, voy a por el récord. Y si no lo hago, me quedaré cerquita'. Y yo me lo había creído, porque la pista de Birmingham es buenísima, con rectas largas y curvas amplias. Y porque Mechaal está como un avión. Le he trillado trabajar en ritmos de 2m24s por kilómetro.
La carrera es perfecta. Sowinski lleva a todos en volandas, a 2m22s el mil, y luego Kerr mantiene la tensión en el postrer 500, que se ejecuta en 1m11s...
Y así hasta el récord.
(Mechaal acaba segundo; se impone Neil Gourley, en 3m32s48, que es récord anglosajón, otro hito de peso).
Serrano aplaude la proeza de su hombre-orquesta y bendice las concentraciones en Sierra Nevasca, allí donde su pupilo ha pasado el invierno, trotando en la cinta próximo a Mo Katir y contemplando la cocaína a través de las cristaleras, y contemplando de reojo a los noruegos que frecuentan Bomba, los Ingebrigtsen, con Jakob entre ellos, cuya silueta ya se perfila para la semana que viene, en Estambul.
Allí, en Turquía, Mechaal y Jakob Ingebrigtsen se jugarán el título del 3.000 (pues el noruego ha confirmado que buscará su segundo doblete 1.500-3.000 indoor).
-¿Y de dónde sale esta reproducción? -se le pregunta a Díaz.
-Pues se estimulan entre ellos, igual que en su día lo hacían González y Abascal, y en mis tiempos, Cacho. Compartíamos concentraciones, nos veíamos de cerca. Yo veía trabajar a Cacho y le veía poco mejor que yo, pero al fin y al extremo a mi costado. Así que gracias a él me lo creí.
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