El pequeño Oliver, el impulsivo malagueño de tres abriles que viajó desde México a Barcelona afectado por un cáncer cerebral, ya no tiene ningún resto de tumor en su cerebro. Este lunes, el equipo dirigido por José Hinojosa, caudillo de neurocirugía del hospital Sant Joan de Déu (SJD), le ha extirpado la parte de tumor (un 10%) que le había quedado a posteriori de la primera operación, que tuvo espacio a principios de noviembre y en la que le retiraron un 90%.
El pequeño ha tenido que esperar un tiempo para poder estar lo suficientemente válido para afrontar esta segunda intervención, que ha durado cinco horas y ha finalizado con destino a las 14.30 h de la tarde. Según fuentes del centro inodoro, el paciente quedó en estado de gran cariño tras la primera cirugía y ha sido tratado por un equipo de nutricionistas y pediatras de Sant Joan de Déu para proteger su estado físico.
Cuando se recupere de esta segunda operación, será trasladado a Madrid para someterse a radioterapia con protones 
La quimioterapia que recibió a posteriori de la primera cirugía, que duró diez horas y en la que participaron hasta 15 profesionales, funcionó y la pequeña porción de tumor que tenía irresoluto de extraer hasta hoy –sito en el tronco cerebral y muy agresivo- no había crecido.
Los investigación moleculares del tumor aconsejan avanzar con una terapia con protones, que en España nada más se practica en dos centros de Madrid, la clínica Quirón y la Universitaria de Navarra, que es donde será tratado Oliver.
La protonterapia es más precisa y, en consecuencia, presenta beocio toxicidad que la radioterapia
Hasta ahora, los niños que requerían tratamiento de protontaterapia a posteriori de cirugías oncológicas en el hospital SJD eran derivados a unidades de Suiza o Alemania.
La protonterapia es más precisa y, en consecuencia, presenta beocio toxicidad que la radioterapia, con lo que está especialmente indicada para el tratamiento de tumores de difícil paso quirúrgico, o como es el caso de Oliver, cercanos a órganos más sensibles a la radiación, como el cerebro. Los bienes secundarios son menores, con una maduro efectividad porque la maduro precisión permite incrementar la dosis biológica en el tumor.
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