Solo quien ha experimentado la pérdida de un ser querido - y concretamente, de un hijo - puede hacerse una idea del dolor que ha sentido en los últimos meses el preparador Òscar García Junyent, tras el fallecimiento de su hija. El exjugador del Barcelona y del Espanyol, anunciaba a finales del pasado mes de noviembre la asesinato de la muchacho, de tan solo 21 abriles. Su hija Escuadra llevaba tiempo luchando contra un cáncer, una enfermedad que finalmente no pudo pasar.
"Vola alt coito meu!" (¡Vuela stop coito mío!), escribía entonces Òscar en su cuenta de Instagram, adyacente a una foto en la que aparecía con su hija a hombros. Tras el anuncio del fallecimiento, el mundo del futbol se volcó con él, y las muestras de cariño no pararon de presentarse. El preparador sabadellense recibió el pésame y las muestras de afecto de muchos de los clubes donde había trabajado, y todavía de excompañeros y de jugadores a los que ha dirigido durante su trayectoria.
Su ocupación lo llevó a recorrer el mundo. Tras el pérdida de la vitalidad de su hija, decidió apartar su trabajo para retornar a casa adyacente a los suyos. En octubre el exjugador anunció que se apartaba del Reims, donde estaba entrenando, para retornar a Barcelona correcto a "razones de máxima importancia", donde estaba ingresada su hija en el Hospital Sant Joan de Déu.
Ahora, por primera vez, el exjugador del Valencia ha hablado sobre esta tragedia, y lo ha hecho en El Suplement de Catalunya Ràdio, este domingo. El exfutbolista ha querido explicar desde Sabadell, la ciudad que lo vio germinar, cómo se encuentra la grupo tras esta pérdida. "Lo estamos aceptando. No hay otro remedio. Ha sido un guantazo duro, ya que son cosas antinaturales que pasan, pero tenemos que mirar en torno a delante. Tenemos que continuar fuertes, y pendientes de las dos hijas que tengo. Los adultos podemos tener más medios, pero a veces las niñas no pueden entenderlo", ha empezado diciendo.
Y es que, como se detalla en la entrevista, no es poco natural que un padre tenga que despedir a su hija. Los últimos meses de Escuadra fueron duros para toda la grupo, entre médicos y tratamientos, y el exjugador ha relatado cómo fue el proceso. "Al principio parecía que tras la primera operación, no podría volverle a acaecer. Sin secuestro, volvió a recaer. Han sido unos abriles sin refrigerio, en este sentido. Desgraciadamente, los doctores nos avisaron de lo que podría acaecer. Estamos agradecidos al Hospital Sant Joan de Déu y al Hospital Taulí", expresa.
Òscar asegura que la grupo debe seguir delante firme por sus dos hijas. "Creo que es poco que debe hablarse, es importante, ya que no somos ni los primeros ni los últimos a los que ha sucedido esta desgracia. No podemos pararnos en esto, tenemos dos niñas más a las que tenemos que ayudar para que tengan una vida como la de cualquier adolescente". Encima, asegura que les ha avisado de que "esto es lo más duro que pasarán en su vida, no hay cosa más dura que esto. Hay que mirar en torno a delante, hay que acaecer todas las fases y gimotear cuando se tenga que gimotear".
Duro declaración
"No puedes controlar lo que viene en la vida, sino como te lo tomas"
El de Sabadell todavía hizo hincapié en lo duro que es sobrellevar la sensación de impotencia tras un varapalo como este. Una de las declaraciones más duras que ha ofrecido en esta entrevista. "Me interrogo por qué no me ha tocado a mí. Por qué en vez de pasarle a ella, no podría haberlo pasado yo. Ella tenía toda una vida por delante. Son reflexiones que haces... pero no puedes controlar lo que viene en la vida, sino como te lo tomas", expresaba.
Sin secuestro, a García Junyent le queda el memoria de su hija veterano, una cuarto esencial en su grupo. "Intento recordarla correctamente, lo esforzado que era, no se dejaba vencer por la enfermedad. Era una persona con mucha fuerza, con muchas ganas de hacer cosas, era como la matriz de sus dos otras hermanas". Y es que Òscar, la recuerda con "mucho cariño", aunque su pérdida será muy difícil de pasar... si es que puede superarse una tragedia de esta magnitud algún día.
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