'Sica', el grito de auxilio ante la crisis climática que lleva la Costa da Morte a la Berlinale

Si en 2017 Carla Simón recogía el premio a la mejor ópera prima y el Gran Premio del Grupo por Estiu 1993 en la sección Generation Kplus, este año otra catalana de nombre Carla y patronímico Subirana, participa en la Generation 14plus con su primer largometraje de ficción. Sica es un coming-of-age protagonizado por una adolescente de 14 primaveras obsesionada con que el mar devuelva a tierra el cuerpo de su padre, un patrón desaparecido en un fracaso rodeado de intriga, que a la vez reflexiona sobre la vida, la asesinato y el cambio climático. Su estreno en cines está previsto para el 19 de mayo.

El punto de partida de la historia nace en 2016, mientras Subirana (Barcelona, 1972), curtida en el documental, paseaba con su pareja por la Costa da Morte (A Coruña), una de las costas más peligrosas del mundo, con más de 600 naufragios documentados. "Flipamos delante un paisaje muy inexplorado que me atrapó y pensé que tenía que hacer poco", asegura la realizadora en conversación con La Vanguardia. Desde entonces, cada verano su destino apuntaba a ese empleo mágico de Galicia. La realizadora recuerda cuando en un bar encontraron a un inmaduro de merienda primaveras que les enseñó todo orgulloso un reportaje sobre su grupo, dedicada al percebe, y que él quería seguir la tradición. "Le brillaban los luceros cuando hablaba. El mar tiene poco que genera una adrenalina y fue poco que me interesó". 

Sica y Suso

Sica y Suso




A lo espléndido de sus viajes a la zona, Subirana contactó con la asociación O Camiño dos Faros para documentarse y conocer a percebeiros, supervivientes de naufragios e historiadores locales. "Quería entender ese paisaje porque el paisaje y la gentío son vasos comunicantes", prosigue. Acabó escribiendo una primera interpretación del guion y se lo presentó a la directora y productora de cine documental Alba Sotorra. Ninguna de ellas había hecho una película de ficción, así que se lanzaron a la aventura. 

Sica (la debutante Thais García) tiene una amiga, Leda, cuyo padre incluso murió en el fracaso, pero poco a poco se van distanciando "por la adolescencia y la talante de Leda, que va con destino a delante mientras  Sica necesita tener respuestas de lo que le pasó al padre". Siquiera se comunica con la raíz (Núria Prims), que ansía cobrar la pensión de viudez y regresar a Catalunya. La señorita solo encuentra el apoyo de Suso, un cazatormentas, una especie de oráculo que conoce al dedillo cómo se comporta la naturaleza y los estragos que puede causar. 









Carla Subirana


"Es un personaje que no podía existir actualmente por la tecnología y está basado en Rubén Vázquez, un meteorólogo simpatizante. Pero sabía que tenía que hacer una película atemporal y me interesaba la idea de la observación en la naturaleza. Musitar con un marinero de 90 primaveras que mirando al bóveda celeste y al mar podía sacar unas conclusiones". Y platicar a la vez de esa convivencia entre la existencia y la asesinato en Costa da Morte, "un empleo que da de tomar a muchas familias pero que incluso puede quitar la vida. Los percebeiros lo tienen asumido", apunta. 

La directora de 'Sica', Carla Subirana

La directora de 'Sica', Carla Subirana




ACN

Para Subirana, la adolescencia es una etapa de la vida apasionante, de transformación y Sica "es un personaje inconformista, exploración una verdad y es tozuda. Está deslumbrada por la figura del padre y mi intención era explicar el delirio que hace ella como heroína con destino a la raíz, el proceso de entenderla". La directora ve así un paralelismo con el argumento de su primer documental Nadar (2008), un retrato de las mujeres de su grupo. 

Esa error de comunicación entre raíz e hija parece agravarse aún más con el hecho de que Sica acento en gallego y el personaje de Prims, en catalán. "Me interesaba a nivel narrativo su figura como extranjera, la llaman 'la catalana', y en el fondo yo incluso soy una persona de fuera. Soy una directora que rueda en otra argot y otra civilización", insiste Subirana, que siempre tuvo claro que la película debía rodarse en gallego y contar con un reparto actoral de la zona. "Vimos más de 600 chicos y chicas, encima de gentío vinculada al mar, y en ese camarilla apareció Thais, Entorno (Suso) y María (Leda). Thais en la vida había actuado, y al tercer día ya lo había entendido todo. Es muy inteligente y profesional" comenta sobre la señorita protagonista de una historia cuyo rodaje, hace ahora un año, ha sido "duro y confuso". 

Apasionada de la naturaleza en ese paisaje, quería filmar sus estados de humor y sintió que debía platicar de la crisis climática, un tema que le preocupa mucho. "Sica es un quejido de auxilio delante la crisis climática. En su vida solo puede regresar la conformidad a posteriori de que llegue Ofelia, la raíz de todas las tormentas". Participar en Berlín con la película es como un sueño para Subirana:  "Yo tengo 50 primaveras y para mi estar aquí con mi primera ficción me hace mucha ilusión. Lo veo desde una perspectiva que me da la antigüedad. Es como el premio a todo un trabajo", afirma acertado. Para su próximo tesina se desplazará al Pallars, la tierra de su abuela, y en la que ya rodó Nadar. "Pienso que las cineastas de alguna forma tenemos una deuda con nuestro demarcación. Es importante que nos movamos en él", concluye.

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