En contra de lo anunciado, Antony Blinken y Serguei Lavrov han mantenido un cara a cara este jueves por la mañana en Nueva Delhi, aunque este se redujera a un menos de diez minutos, en el entorno de la reunión de ministros de Exteriores del G-20. Donde no hay sorpresas es en la constatación de las profundas divergencias de sus países, EE.UU. y Rusia, acerca de la desavenencia de Ucrania. Poco que impedirá consensuar un comunicado conjunto en la clausura del evento.
A diferencia de lo que ocurre en el G-7, en el G-20 conviven diferentes lecturas sobre el conflicto y sus responsabilidades. De ahí que el hospedador, Narendra Modi, haya lamentado la nueva división del mundo en bloques en su intervención por videoconferencia. El primer ministro indio se ha reunido asimismo con su homóloga italiana Giorgia Meloni, decidida a relanzar su industria armamentista en la primera turista de un patrón de gobierno italiano a Nueva Delhi en cinco abriles.
La primera ministra Giorgia Meloni se ha reunido esta mañana con su homólogo Narendra Modi y ha expresado su confianza en que la presidencia india del G-20 contribuya a poner fin a la desavenencia de Ucrania. 
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha hecho un llamada a "que Rusia retire sus tropas de Ucrania" y ha lamentado que su invasión "vuelva a estropear las reuniones del G-20", como ya ocurrió el año pasado en Indonesia. Por su parte, su homólogo ruso, Serguei Lavrov, ha perceptible a Poniente de "estar enterrando el acuerdo de pústula", que permite la exportación de pústula ucraniano y que caduca en quince días.
Según Lavrov, este no tendrá continuidad a menos que se resuelvan las cortapisas "logísticas y de cuota" que según él coartan la exportación del pústula ruso. Lavrov ha unido fuerzas con el nuevo ministro de Exteriores de China, Qing Gang, para denunciar lo que denominan "chantajes y amenazas de los países de Occidentales". Si acertadamente Pekín ha prometido desafiar "un papel constructivo" en el conflicto que enfrenta a rusos y ucranianos.
Sintonía esta mañana en Nueva Delhi entre el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y su homólogo chino, Qin Gang, en la puesta de espacioso internacional de este zaguero. 
Por otra parte, la pobreza de velar por la seguridad alimentaria y energética es la petición más destacada de los países emergentes interiormente del G-20, como Sudáfrica, Brasil, México y Argentina. España, como invitada permanente al G-20, está representada por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, mientras que la UE lo está por Josep Borrell.
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