Tomar los refrescos directamente de la chapa es una costumbre que repetimos a diario. Sin incautación, este habilidad puede resultar poco higiénico y perjudicial para nuestra sanidad. "Yo nunca recomendaría escanciarse directamente de la chapa", asegura Luis Riera, director técnico y tecnólogo de los alimentos de la consultora SAIA. Lo mejor, asegura el entendido, es verter el contenido en un vaso.
¿La razón? la parte superior de las latas pueden estar sucias, correcto a la contaminación del entorno o por el contacto con animales, los cuales pueden dejar incluso restos de excrementos.
Miguel Aquel Lurueña, tecnólogo de alimentos y autor del blog Gominolas de petróleo, coincide con la opinión de Riera asegurando que lo ideal es tomar el contenido de la chapa en un vaso y no directamente, correcto a los restos de suciedad y las bacterias que se podrían encontrar en la parte superior.
Pero, ¿qué pasa si limpiamos la chapa con la mano o con una servilleta y bebemos de ella? Aunque muchas personas acostumbran a hacer esto para disminuir los riesgos, Lurueña afirma que "es mejor que mínimo", pero no suficiente.
Esta bono quita la suciedad por encima, pero no elimina las bacterias que podrían estar pegadas a la chapa y que, por otra parte, podrían haberse extendido por otras zonas del recipiente al limpiarlo. El entendido explica que lo correcto, antaño de escanciarse directamente a morro, sería bañar la chapa con detergente alimenticio.
Aunque, según asegura Riera, escanciarse directamente de la chapa no suponga un gran aventura a nuestra sanidad, sí puede producir una pequeña intoxicación correcto a la suciedad que pueda pegarse a la superficie del recipiente. De todas maneras, la respuesta de los expertos es clara: si compras un refresco o una cerveza, vierte el humor en un vaso.
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