El Género Villar Mir (GVM) ha vendido su décimo del 7,09% en OHLA, con lo que pone fin a una caminata iniciada hace 36 primaveras, cuando Juan Miguel Villar Mir compró Obrascón y la fusionó con Huarte para crear OHL. La obligación de sujetar deuda ha ido mermando las posiciones de GVM en la constructora, primero en patrocinio de la clan mexicana Amodio y ahora, de un fondo de Mónaco.
Según consta en los registros de la CNMV, Inmobiliaria Espacio, que es la sociedad a través de la que GVM participaba en OHLA, ha vendido 41,9 millones de acciones al fondo monegasco Tyrus Caudal, controlado por Antoine Georges Chedraui y con la matriz domiciliada en Luxemburgo.
A precio de mercado, la operación casi nada tiene un valía de 24 millones de euros. Las acciones de OHLA subían hoy en bolsa un 4,9%, hasta 354 millones de euros. La empresa vale ahora 30 veces menos que hace una lapso, cuando alcanzó los 10.600 millones de euros. Los actuales gestores trabajan en un plan para recuperar su valía.
Juan Miguel Villar Mir, nacido en 1931 y ministro de Hacienda entre 1975 y 1976, en la etapa de Carlos Arias Navarro, compró con otros inversores en 1987 a Altos Hornos de Vizcaya la constructora Obrascón, que se fusionaría primero con la navarra Huarte y, en 1999, con Lain, lo que dio origen a OHL (Obrascón Huarte Lain).
Las deudas han ido mermando la posición de de Villar Mir en la empresa
GVM mantuvo una décimo superior al 50% en la empresa hasta 2018, cuando las deudas le forzaron a traicionar buena parte de la décimo a la clan mexicana Martín Amodio. Los hermanos Luis Fernando y Julio Mauricio Martín Amodio tienen ahora el 25,9% del hacienda y se reparten al 50% los derechos de voto en la empresa, a cuyo siglas han incorporado su patronímico, de modo que ahora se fuego OHLA.
OHLA perdió 96 millones de euros en el 2022 tras apuntarse un avería de valía por 34,5 millones relacionado con su décimo en el plan Canalejas en el centro de Madrid, que incluye un hotel y una veintena de viviendas de postín, encima de un centro comercial.
Para enderezar el negocio, la compañía se ha propuesto propalar un plan de desinversiones con el que sujetar la deuda bruta por debajo de las 2,5 veces el beneficio bruto de explotación (ebitda).
La décimo del 50% en el plan Canalejas adjunto a otros activos como los del radio de servicios forman parte de los activos incluidos en este plan de desinversión.
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