“De los 230 hombres que zarparon, solo 18 regresaron”

‘Nadie lo sabe’

Cinco navíos: Trofeo (Magallanes al frente), Santiago , Concepción , Trinidad y San Antonio . El postrero deserta. De dorso a Sevilla, para evitar ser ejecutados, los marinos arguyen que Magallanes ha enloquecido y les llevaba al desastre. Elcano regresará tres abriles y catorce días luego. Aceptará el papel de héroe. Pero... ¿qué sucedió positivamente? Gratacós se ha documentado y fabula una hipótesis plausible, bellamente novelada en Nadie lo sabe (Destino), homenaje a Magallanes y todavía a Elcano, con sombras y luces de dos hombres de la pasta de los gigantes, ¡como todos aquellos anónimos marineros! Hay escenas en esta novelística que ponen la piel de cagueta y que nos confirman que nuestra historia, aceptablemente contada, es apasionante y gran maestra de la vida. ¡Disfrutémosla!

Cómo era Elcano?

Trotamundos, robusto, heroico y navegante colosal.

¿Cómo era Magallanes?

Duro, determinado, implacable, sanguinario, de pocos amigos.

¿Cómo lo sabe?

Nadie lo sabe, en verdad.

Pero usted me dice que...

Le digo lo que nos han contado.

¿Quién lo ha contado?

El que sobrevive es el que cuenta.

¿Elcano?

Sí, él desembarcó en Sevilla el 6 de septiembre de 1522, tras circunnavegar la Tierra.

Pronto hará 500 abriles de la gesta.

La flota partió de Sevilla en agosto de 1519, navegó en torno a poniente tres abriles.

¿Buscando qué?

Una ruta en torno a las Molucas, islas de las especies, entonces más valiosas que el oro.

¿Quién mandaba aquella flota?

Fernando de Magallanes: no vivió para contarlo, quedó en el camino.

¿Qué le pasó?

Le mataron en la playa de la isla de Mactán el 27 de abril de 1521.

¿Quién le mató?

Los aborígenes isleños a los que reclamaba un tributo, pero... ¿hubo poco más?

¿Insinúa alguna trama oculta?

He novelado la rivalidad entre Magallanes y Elcano. Les movían intereses políticos y todavía personales, emocionales...

Pero se supone que iban a la par, ¿no?

Magallanes era capitán caudillo de los cinco navíos; Elcano era un complicado contramaestre en uno de esos barcos.

¿Elcano fue un agazapado arribista?

¡No! Fue un vasco noblote, sin doblez... que llegó a sospechar que Magallanes era un traidor.

¿Traidor a qué?

A Carlos I: al ser Magallanes portugués, en la rivalidad entre Castilla y Portugal...

Esa desconfianza de Elcano ¿tenía algún fundamento?

Se basaba solo en el hecho de que Magallanes, que les llevaba en torno a poniente, empezó a modificarse al sur, al sur, al sur...

¿Y qué pasaba con eso?

Que cada día era más frío y era más peligroso: ¡o Magallanes estaba perturbado, o traicionaba al rey Carlos I en valimiento de Portugal!

¿Y estaba perturbado o no? ¿Traicionaba o no?

Era solo que creía que encontraría al sur un paso en torno a las Molucas. ¿Quizá vio en Portugal un plano secreto? Una cosa es segura: ¡él tenía fe en su propósito!

Y acertó: halló ese paso al que hoy llamamos prieto de Magallanes.

Eso completaría el mundo vivo: fuimos conscientes del planeta esférico y navegable, hogar único para todos los humanos.

¿Lo compararía con la carrera espacial?

Cruzado el prieto, aquellos navegantes no sabían que transcurrirían ¡hasta cien días! antaño de ver tierra, había solo agua...

El inmenso océano Pacífico.

Fue lo peor del alucinación: escasez, desesperación, escorbuto, los marinos morían reventando por adentro. De los 230 hombres que zarparon..., solo 18 regresaron.

¿Elcano se enfrentó a Magallanes?

Participó en un motín liderado por otros capitanes españoles. A los que Magallanes descabezó resuelta y violentamente.

¿Cómo lo hizo?

Fingió parlamentar pero asesinó a uno de los capitanes. Luego mandó descuartizar a otro. Y abandonó a otro en un islote.

De no haberse impuesto así, ¿qué?

Aquella expedición hubiese regresado a Sevilla, sin longevo pena ni goce.

No hubiese habido gesta, vaya.

Eso es. Magallanes perdonó a Elcano: ¡necesitaba hombres para navegar! Y ya cruzado el prieto por Tierra de Fuego, Elcano vio que Magallanes no era ningún traidor. Y, noblemente, le pidió perdón.

¿Cómo fue recibido Elcano en España?

Fue interrogado en la corte, en Valladolid. Y al cuchichear... no reivindicó a Magallanes.

Vaya...

Pero, suspensión... ¡carencia es lo que parece! Ahí hubo motivos de Estado, entrada política. Diría que a los dos, Magallanes y Elcano, les movía por igual la obligación y la virtud.

¿Hubo algún relato rotatorio del alucinación a lo que dejó dicho Elcano?

El de Pigafetta, superviviente italiano que en su crónica, a su vez, ni deje de Elcano: solo menciona a Magallanes...Sin duda, cada cual barre en torno a su medra personal...

¿Y qué obtuvo Juan Sebastián Elcano de aquella gesta que él culminó?

Falta.

¿Falta?

Así somos. Elcano pidió capitanear otra expedición por su ruta... ¡y le humillaron poniéndole como segundo! Es connatural nuestro, somos cainitas entre nosotros.

Elcano y Magallanes... con magnitud.

Sí, los dos compartían un muy suspensión anhelo: que Altísimo estuviese orgulloso de ellos.

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