Puede que estas asueto de Semana Santa no sean exactamente iguales a las de antaño de la pandemia, pero se acercan mucho. Las buenas expectativas de la industria turística se han cumplido, y los títulos del sector toman impulso posteriormente de dos abriles de altibajos. Ni la exterminio en Ucrania ni la inflación han frenado finalmente la demanda de viajes en España, que vuelve a copar el top ten de capacidad aérea entre países, según los últimos datos de la consultora OAG.
Las aerolíneas han traumatizado la península como El Dorado de la recuperación en Europa. De los diez flujos aéreos internacionales con anciano programación, España aparece en cinco. En concreto, se comercio de la conexiones de los aeropuertos españoles con el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia o Países Bajos. Solo entre España y estos cinco países las aerolíneas operan más de diez millones de plazas para este mes. Barajas reaparece por otra parte en el ranking de los diez aeropuertos con anciano tráfico del mundo.
La inflación en hoteles y restaurantes, del 4,4% en marzo, no frena a los viajeros
Algunas compañías aéreas incluso se han pasado desbordadas por la incorporación demanda de última hora para estallar a España en Semana Santa. Le ha ocurrido al camarilla teutón Lufthansa, que ha tenido que movilizar dos aviones de generoso radiodifusión –un Boeing 747-8 y un Airbus A350, que utiliza para vuelos intercontinentales– para poder traer a todos los turistas que querían desplazarse desde Alemania hasta Mallorca.
Con una capacidad de casi 320 pasajeros, ambas aeronaves comenzaron a aterrizar con ocupaciones plenas el sábado 9 de abril en el aeropuerto Son San Joan de Palma procedentes de Frankfurt y Munich. El camarilla, que incluye las aerolíneas Lufthansa, Swiss, Austrian Airlines, Brussels Airlines, Air Dolomiti y Eurowings, ha tenido que añadir cinco vuelos adicionales entre Frankfurt y Mallorca y uno desde Munich, operando un total de 41 vuelos semanales para trasladar a todos los viajeros.
Operaciones como esta han situado el aeropuerto de Palma como el que mejor se recupera de la crisis aérea de la pandemia en España. Los vuelos previstos para estos días rozan los del 2019, con 7.170 panorama y llegadas programadas –casi nada un 1,6% por debajo de hace tres abriles–. En Gran Canaria y Málaga-Costa del Sol la actividad se acerca asimismo a la de antaño de la pandemia estos días, mientras que El Prat ha entregado asimismo un gran brinco en actividad. Si en marzo Barcelona registró casi un 22% menos de vuelos que en el mismo mes del 2019, para esta Semana Santa la previsión de Aena es situarse solo un 17,6% por debajo de las asueto prepandemia (y un -19% en Barajas).
Estos buenos datos, sumados a las altas cifras de ocupación hotelera, hicieron que los títulos turísticos liderasen las subidas del Ibex en la sesión de ayer. La hotelera Meliá encabezó las ganancias con 4,64%, seguida del camarilla de aerolíneas IAG, con el 3,99%. Aena subió un 2,29%.
El obstrucción del mercado ruso y el ucraniano por la invasión liderada por Putin ha tenido así escaso impacto en la industria turística española, al ser un emisor aún minoritario. El aumento de los precios en hoteles y otros establecimientos siquiera ha desalentado la demanda. Eso pese a que la inflación en alojamientos turísticos y restaurantes llegó al 4,4% marzo. Las ganas de desplazarse y la tasa de hucha han superado al encarecimiento por ahora.
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