La habitación es probablemente una de las estancias más importantes de la casa, adecuado al tiempo que se pasa en la misma y a que debe tratarse de un punto de paz en el que poder descansar correctamente. Un dormitorio siempre tiene unos cuantos rudimentos principales que coinciden en todos los hogares: una cama, una mesilla de indeterminación (las hay de muchos tipos) y un armario. Pero el mundo de la hermoseamiento ofrece infinitas posibilidades para que cada uno diseñe su habitación a su regusto, ya que debe ser un templo harto de calma y concordia.
Jose Bronceado, arquitecto y diseñador de interiores, explica que la multitud se olvida un poco del dormitorio a la hora de hermosear una casa. “La multitud piensa que como ahí solo se duerme, pespunte con una cama y una esterilla”, añade el doble. Pero esto no puede alejarse más de la sinceridad, porque un dormitorio en el que uno se siente a regusto favorecerá el ciclo del sueño.
Para dejar antes ese concepto, Jose propone distintas ideas muy simples que le aportarán un toque personal y diferente a cualquier dormitorio, sin importar su tamaño o distribución.
Techos que contrastan
Es una forma de darle un ventarrón dispar a una habitación natural, manteniendo las paredes neutras y apostando por pintar el techo de un color que contraste o cubriéndolo de materiales naturales como la madera. “Dependiendo del huella que quiera conseguirse, hay que escoger una cosa u otra”, argumenta el arquitecto, “los techos oscuros hacen que la estancia se vea con menos cumbre, mientras que la madera consigue un círculo confortable”.
Retar con el cabecero
Hay personas a las que no les gusta el concepto del cabecero, otras que lo eligen de madera y algunos que optan por los clásicos de hierro forjado. No obstante, contar con un cabecero diferente contribuye a que la habitación sea más elegante y diferente. En la imagen se muestra un cabecero hecho con cuadros, que consiste en un estante preciso detrás de la cama donde se apoyan imágenes con marcos. “Lo mejor de esta decisión para la zona de la cama es que puedes ir cambiando los cuadritos cuando te apetezca y renovar la habitación continuamente”, añade Jose.
Monocolor
Para asegurar la concordia total en un dormitorio, se puede optar por un solo color que predomine en la hermoseamiento del mismo. De esta guisa se le puede dar un toque diferente al combinar muebles y otros rudimentos de un determinado tono.
Se recomienda que dicho color sea neutro, como plomizo o ocre, encima de un tono claro. En la imagen se muestra un dormitorio de estas características, en el que la tendencia es muy minimalista y todos los rudimentos entran en la tonalidad elegida.
Un poco de naturaleza
No hay falta como una planta o flores frescas para aportarle frescura y vida a una estancia. Es por esto que Jose aconseja el uso de jarrones de vidrio en los que colocar flores frescas cada dos o tres semanas, aprovechando todas las variedades que existen para poder recrearse con distintos colores y texturas.
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