Una de las actividades que más disfrutan los niños es dibujar, ya que es a través de esto donde pueden expresar sus ideas y desplegar toda su imaginación y creatividad. Pero no sólo tiene fines de entretenimiento, sino que el dibujo igualmente representa, sobre todo en la comienzo, el modo natural que tienen los niños de expresar sus sentimientos, deseos, vivencias y canalizar sus emociones.
En ese sentido, se podría asegurar que los dibujos son una utensilio muy valiosa para conocer el mundo interior de los niños, ya que a través de estos reflejan las situaciones que viven y la relación que mantienen con las personas de su entorno.
Pautas
Algunos indicadores que puedes tener en consideración
Seguramente, en alguna ocasión nos hemos antitético haciéndonos la pregunta sobre el significado del dibujo que nuestros hijos o hijas nos regalaron o teniendo inquietudes respecto a qué prestarle atención en sus trazos.
Tendemos a analizar lo que dibujan queriendo sacar conclusiones o arribar a hipótesis de lo que ese nene quiso transmitir, pero la sinceridad es que es importante tener presente que solo un profesional del ámbito de la vitalidad mental, un psicólogo, es la persona idónea y capacitada para interpretar un dibujo inmaduro, teniendo siempre en cuenta que el mismo no se debe analizar nunca de forma aislada, sino atendiendo y contemplando distintos factores (uno de ellos es el contexto en el cual convive el nene) para hacer un disección adecuado.
Si acertadamente solo un profesional de la vitalidad mental puede abocarse en temas de disección e interpretación, existen indicadores a los que tenemos que estar atentos, ya que el dibujo inmaduro es un indicativo del nivel no sólo emocional, sino igualmente cognitivo y motriz del explicación de todo nene. Dos de estos indicadores son:
- La forma en la que realizan sus trazos sobre el papel: el dibujo inmaduro comprende diferentes estadios, de acuerdo a la etapa evolutiva en la cual se encuentra ese nene. A medida que van creciendo la producción del dibujo inmaduro va evolucionando y complejizando. Asimilar qué es lo esperable para cada estadio evolutivo nos permitirá conocer si nuestro hijo o hija puede estar presentando dificultades en el ámbito motriz, por ejemplo.
- El contenido de los dibujos: ¿están relacionados con temáticas de violencia?, ¿esto se da de forma recurrente en sus producciones artísticas?. Junto a mencionar que el contenido en sí no debe analizarse por sí solo y de forma aislada. Es importante observar igualmente si el nene presenta cambios a nivel conductual y en su estado espiritual, así como igualmente evaluar el contexto contemporáneo por el cual está atravesando.
Es importante que como adultos acompañemos los dibujos que nos comparten nuestros hijos e hijas, no desde una ojeada interpretativa sino desde la comunicación y el diálogo: preguntándoles a ellos, cómo se sienten, cómo estuvo su día o si hay alguna situación que les preocupa o los angustia para poder comprender y averiguar en cómo se sienten y no limitarnos a querer vislumbrar su estado emocional sólo por un dibujo.
Teniendo en cuenta entonces que el dibujo inmaduro es uno de los fortuna más valiosos para poder comprender qué les pasa y cómo se sienten los niños, en vez de centrarnos en sacar conclusiones interpretativas es importante ocuparnos de habilitar el diálogo sin ningún tipo de monomanía.
Hablemos con ellos cuando estén dibujando, preguntémosles qué están haciendo, a quién están representando y por qué, sin emitir juicios de valencia. De esta forma, ellos podrán percibir la confianza y seguridad para poder contar si poco les sucede.
Debemos tener presente que los datos que obtenemos a través del dibujo inmaduro nos pueden ayudar a descubrir la existencia de posibles problemas que esté transitando ese nene, pero no podemos conocer en profundidad sobre el contenido de los mismos. Por esa razón, se aconseja mucha prudencia en la observación de estos y, frente a la duda, si adicionalmente de los dibujos hay otra sintomatología, comparecer siempre a un profesional de la vitalidad.
Cada nene es diferente, por eso es tan importante atender su singularidad, porque aunque se encuentre en la misma etapa evolutiva que el resto tiene vivencias propias, un entorno casero específico, etcétera. Por esta razón, la recital que hagamos de los dibujos infantiles no se puede realizar al beneficio de una serie de aspectos importantes que son todos aquellos referidos a la vida de ese nene.
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