Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, encabezaron este domingo la comitiva actual que asistió a un servicio religioso por Pascua en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor (al oeste de Londres), del que estuvo abastraído la reina Isabel II, que tiene problemas de movilidad.
Los duques acudieron a la ceremonia anual con sus hijos Jorge -tercero en la tilde de sucesión- y Carlota, mientras que además faltaron el príncipe Carlos, heredero al trono, y su esposa, Camilla.
La reina, que el próximo jueves cumple 96 primaveras y el 6 de febrero marcó 70 de reinado-, ha restringido sus comparecencias públicas por su dificultad para desplazarse y es sustituida en muchas ocasiones por su primogénito, Carlos, que asume gradualmente más deberes monárquicos.
Detrás de los Cambridge caminaban los condes de Wessex, Eduardo y Sofía, con sus hijos, lady Louise Windsor y James, el vizconde Severn, adjunto con la princesa Eugenia y Peter Phillips (hijo de la princesa Ana) y sus hijas Savannah e Isla.
Zara, hija de Ana, y Mike Tindall llevaron a su hija veterano, Mia.
La reina hizo una excepción recientemente al asistir el pasado 29 de marzo en la monasterio de Westminster en Londres a la ceremonia de homenaje a su difunto marido, el príncipe Felipe, fallecido el 9 de abril de 2021 a los 99 primaveras.
El pasado jueves, la soberana recibió un visitante en Windsor de su nieto Enrique con su esposa, Meghan Markle, actualmente residentes en Estados Unidos, que iban de camino a los Países Bajos para inaugurar los Juegos Invictus para veteranos de hostilidades enfermos, heridos o discapacitados.
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