A cinco días de cumplir los 42 abriles, Alejandro Valverde volvió a soñar con soliviantar los brazos en el tapia de Huy. La Flecha Valona ha sido la carrera que más veces ha yeguada el murciano, la que mejor ha dominado, la que no tiene secretos para él. Se quedó a 25 metros de su sexta triunfo en la clásica de las Ardenas. Acordado cuando el porcentaje bajaba del 20% y necesitaba forzar los dientes, le faltó esa explosividad que siempre le acompañó. Cedió. Teuns, que en 2017, el año de la última triunfo de Valverde en Huy, fue tercero, esta vez le aguantó la embestida. A menos de 100 horas de sumar otro año más, Valverde, el incombustible, aún es capaz de ser segundo y pasar a casi todos las estrellas del pelotón, al campeón del mundo y al triunfador de los dos últimos Tours de Francia.
Hubiera sido su sexto triunfo en Huy, en la temporada de su retirada. Fue su tercer segundo puesto en la Flecha Valona, donde el año pasado fue tercero. En 16 participaciones, ha sido estado nueve veces en podio. No es infalible como antaño, pero a su tiempo sigue siendo un valencia seguro. Suyas son las tres victorias de su equipo en 2022. Así que no le descarten el domingo en Lieja en su despedida del monumento.
El tapia, su pensil
No pudo ser su sexta triunfo. Fue su tercer segundo puesto. En 16 participaciones, ha estado nueve veces en el podio
El trabajo del Movistar fue encomiable. Bordaron el control y la tratamiento. Llevaron en volandas a su líder. Verona entró en el final kilómetro (del tercer y final paso por el tapia) en persona del pelotón. Enric Mas le tomó el dimisión y comandó el clase de elegidos hasta que quedaban 300 metros. Poniendo un ritmo interesante para que nadie atacase, un marcha que dejó sin fuelle a Pogacar o Alaphilippe. El escalador los sacó de punto y los descartó para el triunfo. El francés, tres veces triunfador de la clásica, fue cuarto. El esloveno, sin oxígeno, se quedó decimosegundo
Y cuando se apartó Mas, era el turno de la gran rapidez, era el momento de Valverde. Se le adelantó Teuns. El belga del Bahréin fue el primero en propalar el sprint en la rampa final. Solo le pudieron seguir el murciano y Vlasov. El ruso no tenía fuerzas. Valverde parecía que sí.
En el final kilómetro
El trabajo de control y tratamiento del Movistar, con Verona y Enric Mas, fue extraordinario y dejó a su líder a 300 metros
Empezó a recortarle, le comía distancia, casi se emparejaron. Parecía que lo iba a ocurrir. Pero entonces, Valverde se sentó. Fundido, sin gas, sin un final cachete de riñón. A 25 metros de la meta se rindió. Teuns recuperaba una bici de superioridad y se apuntaba su primera Flecha Valona. A Valverde el tapia, su tapia, su pensil, se le hizo liberal. Cosas de la tiempo.
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