Los españoles somos muy clásicos en el uso de tecnología con respecto a la gobierno de nuestras finanzas. Pero lo cierto es que, en los últimos primaveras, el término “criptomoneda” ha calado cachas en nuestro vocabulario y ya son 4,4 millones de personas las que han invertido en este tipo de divisa alternativa en nuestro país.
Una criptomoneda es un activo digital que emplea un criptográfico criptográfico para asegurar su titularidad y apoyar la integridad de las transacciones, por eso es prácticamente increíble copiarlas o falsificarlas. Estas monedas no existen de forma física, sino que se almacenan en una cartera digital, todavía llamamiento wallet.
Criptomonedas
No existen de forma física, sino que se almacenan en una cartera digital, llamamiento 'wallet'
Y esto es, precisamente, a lo que se dedica Xapo, que ofrece servicios de banca en confín para criptomonedas. Lo extravagante de esta entidad, fundada por el emprendedor argentino Wences Casares en 2013, es que cuenta con una sede física en pleno casco histórico de Gibraltar.
El edificio, un antiguo cuartel marcial construido por el ejército britano en 1817, ha sido rediseñado por el estudio Lagranja, que ha hecho una rompedora desafío arquitectónica para darle un nuevo donaire de modernidad sin renunciar a su pasado. La parte trasera y el patio se encuentra con los restos de las murallas y las torres de defensa originales, mientras que la figura principal da a la plaza Grand Casemates, un animado centro social, repleto de bares y restaurantes al donaire libertado.
Xapo ofrece servicios de banca en confín para criptomonedas en pleno casco histórico de Gibraltar
Las nuevas oficinas centrales del costado digital ocupan dos naves de este antiguo enrevesado marcial -de 800 m2 en total- construidas en piedra caliza específico y con los techos sostenidos por vigas de madera originales. El estudio de diseño consiguió estafar y restaurar estos fundamentos para dejarlos en su estado natural, dando al espacio una sensación de antigua cámara acorazada.
Los clientes de Xapo acceden al edificio desde la plaza, y una vez cruzan la puerta principal, comienza un alucinación en el tiempo a través de sus galerías. La primera zona, donde se encuentra la admisión, todavía es un espacio divulgado que se ha cedido a la ciudad para celebrar eventos artísticos y culturales. Unas piscinas poco profundas flanquean a entreambos lados de una pasarela que aporta amplitud al espacio. Por la perplejidad, unos rayos láser atraviesan el agua y el campo de acción de admisión para aparentar su protección, y el divulgado puede ver el huella desde la plaza.
Los clientes de Xapo una vez cruzan la puerta principal, comienzan un alucinación en el tiempo a través de sus galerías.
A la derecha, y entrando a través de los arcos de piedra originales, hay una serie de cajeros automáticos para resolver las transacciones de ciberdivisas. Tras esta zona se llega a la sala de juntas con una pequeña cocina y un salón, y al otro extremo de la nave se abre un patio amurallado, que originalmente había sido un almacén de pólvora y cuya torre de defensa todavía ha sido restaurada.
Las oficinas, con unas grandes cristaleras, se agrupan en torno a este patio, que tiene un tapia ajardinado y una zona de asador porque está concebido como un espacio tanto para el ocio como para el trabajo.
Las oficinas, con unas grandes cristaleras se agrupan en torno a un patio amurallado
En cuanto al material, de forma modular y apariencia de textura suave, la idea era crear un sentido de comunidad y una novelística informal en la que todos los espacios estuvieran en hermandad. La mayoría de los muebles hechos a medida se imprimieron en 3D utilizando bioplástico a pulvínulo de maíz.
Entre las piezas más destacadas se encuentran, por ejemplo, el mostrador de admisión y el separador de ambientes de la sala de aplazamiento, creados con una composición entrelazada de formas semicirculares, o la mesa de la sala de juntas realizada con un sobre de madera maciza de quercus natural y pies redondeados en este plástico ecológico.
Cerca de de 4,4 millones de españoles -el 11,2% del total- ha invertido o invierte en criptomonedas, a pesar del desconocimiento genérico sobre los riesgos que conllevan y la supervisión y la fiscalidad a la que están sometidas. Es lo que refleja el III Estudio sobre conocimiento, hábitos y uso de Fintech en España de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin). En concreto, el 70,6% ha invertido más de 1.000 euros, mientras que una cuarta parte han superado los 6.000 euros de inversión; la mayoría, encima, ha conseguido beneficios con sus criptoactivos. Las cifras sorprenden teniendo en cuenta que solo el 59,1% de los encuestados son conscientes de que se comercio de una inversión de aventura, y un 41,4% piensa que no tendrá que abonar ningún tipo de impuesto por lo que gane.Inversión de aventura
En definitiva, Xapo no solo ha conseguido revolucionar el concepto de costado con su cachas desafío por las criptomonedas, sino todavía el de los espacios corporativos con la ayuda de un estudio con gran inspección internacional como es Lagranja y que ha creado, en este edificio de Gibraltar, una metáfora de la rápida transformación del mundo de la banca.
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