Lo que hay que ver en Sanxenxo, el pueblo más popular de la costa de Galicia

Se ha yeguada el calificativo de pueblo más popular de la costa de Galicia y el año de pasado fue uno de los destinos de veraneo más deseados por los españoles. Y por poco será. Su situación geográfica en la ría de Pontevedra y el clima de los que presume Sanxenxo han transformado un antiguo pueblo de pescadores en la hacienda turística de las Rías Baixas y en uno de los centros más elitistas del ribera atlántico. 

Su atractivo desde hace décadas ha convertido este rincón en refugio de empresarios, políticos y millonarios que pretenden suceder unos días de alivio fuera de la vistazo de curiosos y paparazzi. Entre los asiduos, figuran el propietario de Inditex, Amancio Ortega, el expresidente Mariano Rajoy o el rey Juan Carlos I que, precisamente, ha preferido la pueblo para regresar a España tras permanecer dos primaveras en Abu Dabi. Pero, ¿qué convierte Sanxenxo en un destino específico?

Sanxenxo es una de las localidades más elitistas del litoral gallego

Sanxenxo es una de las localidades más elitistas del ribera gallego

Juan Poza

El clima

Olvídate del clima inclemente que domina Galicia. Sanxenxo  atesora un microclima con más horas de de sol y una temperatura superior a la del resto de la comunidad. En verano, la media es de 24º -en días calurosos puede asistir a sobrepasar los 30º-, mientras que el promedio anual es de 15º, ya que su orientación sur la protege de los fríos vientos del finalidad. 

Las playas

Situado en la península de O Salnés, a orillas de la ría de Pontevedra, Sanxenxo no alcanza los 18.000 habitantes, aunque en temporada veraniego la población puede multiplicarse por cuatro. Se extiende a lo espléndido de 36 kilómetros de costa, en los que se suceden 24 playas, 17 de las cuales, anejo con tres puertos deportivos, lucirán este verano la bandera zarco, lo que significa que repetirán una vez más como municipio castellano con más distintivos ambientales. 

A Lanzazo, una de las mejores playas atlánticas del mundo, está rodeada de un espacio dunar protegido

Una de las joyas de la corona y la más fotografiada por los turistas es la playa de Silgar, un arenal urbano de 800 metros enclavado entre el Vivo Club Náutico y la playa de Baltar -con forma de media concha-, separada por la Punta del Vicaño. De arena blanca y con edificios a pie de playa, bordea el paseo naval y cuenta con todo tipo de servicios. En medio de las aguas descubrirás la Dama de Silgar, una escultura de Alfonso Vilar inspirada en la mitología celta que simboliza la belleza del mar.

Adicionalmente de la playa de Caneliñas, incluso urbana, destacan otros arenales como el de Montalvo o Pragueiras, integrados en la naturaleza.

Playa de A Lanzada, en Pontevedra

Playa de A Lanzazo, en Pontevedra

Getty Images/iStockphoto

Tanto si es la primera vez que visitas Sanxenxo como si eres reincidente, no puedes perderte A Lanzazo, una de las mejores playas atlánticas del mundo. Compartida con el municipio vecino de O Grove, está rodeada de un espacio dunar protegido y tiene una extensión de más de dos kilómetros. Hermosa y salvaje, es ideal para la experiencia del surf y el kitesurf.

Ermita de A Lanzazo: la historia

Al sur de la playa de A Lanzazo, en uno de los salientes al mar, descansa buena parte de la historia de la ría de Pontevedra. Sobre unas grandes rocas que en su día ocuparon construcciones prerromanas y romanas, se erige la ermita de A Lanzazo. El templo, la única edificación en pie de un arduo de defensa costera medieval, está rodeado de la antigua fortaleza en ruinas. Se tráfico de una pequeña capilla semicircular austera en consumado estado de conservación, levantada entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII que vale la pena presentarse.

Mirador de A Granxa

Asimismo en las gloria, pero al otro extremo de la pueblo, en la carretera que conduce hasta O Grove, nos calma el mirador de A Granxa, uno de los más renombrados de la ría de Pontevedra. Se nos presenta como una ventana abierta al océano, ofreciendo una hermosa panorámica que alcanza la hacienda provincial, más allá de la isla de Tambo, Marín y sus playas, y el pueblo marinero de Raxo.

Mirador de A Granxa, en la ría de Pontevedra

Mirador de A Granxa, en la ría de Pontevedra

Getty Images/iStockphoto

La restauración 

Como en el resto de Galicia, la proposición gastronómica de Sanxenxo es de excelente calidad y muy variada. Basada especialmente en productos del mar -marisco y pescado-, sería un sacrilegio ceder el oficio y no favor probado alguna de sus especialidades, como el lacón con grelos, el pulpo a feira, la intriga de zamburiñas, o la merluza de pincho de Burela. Lógicamente, todo ello regado por un buen albariño, un caldo de sabor pueril e intensos aromas frutales,  con denominación de origen Rías Baixas. 

Para hacerlo tienes dónde escoger: desde las típicas tabernas marineras que sirven platos de cocina tradicional, hasta sofisticados restaurantes de vanguardia. Entre ellos, Silvestre, el clásico del puerto; A Postiña, en la playa de Areas, o Sabino, un establecimiento basado en la tradición.

La isla de Ons, en la entrada de la ría de Pontevedra, en su día habitada por piratas

Los alrededores

El entorno natural de Sanxenxo invita a descubrir algunos de los tesoros de sus  alrededores. Uno de ellos es Combarro, a 12 kilómetros, uno de los pueblos más bonitos y mágicos de la costa. Público conjunto histórico, estético y pintoresco, la silueta que dibujan los hórreos y cruceros al borde de la ría es imborrable. 

Si prefieres coger un barco, no te pierdas la isla de Ons, en la entrada de la ría de Pontevedra, una isla deliciosa en su día habitada por piratas y en la que, a día de hoy, se pueden encontrar restos de ellos, y de romanos o reyes medievales. Otra opción, incluso por mar, es acercarse hasta el parque franquista de las Islas Atlánticas. La belleza de sus acantilados enamora, pero su auténtica riqueza se encuentra bajo las aguas, en cuyo ecosistema conviven multitud de especies de algas, peces y moluscos.

Horizontal

Islas Cíes, en el parque franquista de de las islas Atlánticas 

Terceros

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente