Xavier y Deborah llevan más de ocho meses removiendo Paraíso y tierra a fin de encontrar a Baloo, a su chihuahua.
“Hay parentela que no puede entender que sigamos buscándolo tras tanto tiempo –dice esta inexperto pareja del barcelonés intramuros del Guinardó–. Para nosotros es como un hijo, parte de nuestra tribu, siempre estaba con nosotros. No desfalleceremos en su búsqueda. Estamos viviendo una pesadilla, pero no perdemos la esperanza, ¡estamos encontrando tanta parentela buena que nos ayuda! Estamos convencidos de que acabaremos dando con Baloo”.
A mediados de agosto, Xavier y Deborah, yuxtapuesto con Baloo y Sombrero, fueron a examinar a una persona a un edificio del intramuros de Sants, como tantas otras veces. Los dos chihuahuas corrieron escaleras en lo alto... y Xavier y Deborah nunca más volvieron a ver a Baloo. En estos momentos Baloo tiene cinco primaveras.
“Alguno se lo llevó, cierto se lo quedó... ¡poco pasó! Lo denunciamos en presencia de la Guarda Urbana y los Mossos d’Esquadra, pero al parecer la policía tienen otras prioridades”.
Redes sociales, medios de comunicación, un cartel en cada poste, día tras día, pese a todo... incluso detectives privados especializados en perros robados, porque amantes de los animales los hay de toda condición y por todas partes, en todos los gremios.
“Reunimos más de diez mil firmas en Change.org para activar la investigación –prosigue la pareja–. Muchas personas que no conocíamos se implican de verdad, en el día a día, continuamente. Algunas nos envían fotos, en cuanto ven a un chihuahua que no conocen. Otras personas a las que les ocurrió lo mismo nos explican estrategias y nos dan consejos, todos cuelgan carteles en su intramuros, ¡toda esta solidaridad compensa la indiferencia de las instituciones! Por un banda te sientes desamparado, y por otro...”.
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