El pacto por el catalán se está convirtiendo en la cuadratura inverosímil del círculo. ERC y Junts lograron diseñar este miércoles una salida a través de una nueva ley específica sobre el catalán que supliría la intención primigenia: la reforma de la ley de Política Filología (LPL) tal y como acordaron el 24 de marzo con PSC y En Comú Podem. Pero esta salida, por su contenido, no agrada de momento a los socialistas ni a los comunes, lo cual imposibilita un consenso a cuatro sobre la materia que supere los obstáculos políticos y judiciales que se han ido sucediendo en las últimas semanas.
Ha sido el líder del principal partido de la examen, el socialista Salvador Illa, quien ha asegurado en una cita a Vilanova i la Geltrú que la última proposición que ERC les hizo durar a última hora de este miércoles no les satisface. “Se nos hizo durar una propuesta para una nueva ley, desde Junts y ERC, pero no la vemos. Estamos donde estábamos, en el acuerdo al que llegamos, donde hay un punto de consenso en la sociedad catalana”, ha concluido Illa.
De momento, los socialistas no ven clara la propuesta que durante todo el miércoles estuvieron negociando los socios del Govern con el objetivo de que Junts se sumara de nuevo a un pacto a cuatro (con ERC, PSC y comunes) sobre la habla, aunque no fuera por medio de la idea innovador acordada de corregir la LPL.
Siquiera los comunes ven clara la proposición de ERC y Junts. Fuentes de la formación de Jéssica Albiach señalan que no les parece que el planteamiento propuesto cumpla con el objetivo de "proteger a los centros de las injerencias judiciales", como sí creen que se conseguía con la reforma de la LPL. En todo caso, los equipos de PSC y comunes mantienen contactos desde primera hora para aunar una respuesta.
La propuesta sobre la que negociaban ampliamente los grupos del Govern en los últimos días era la elaboración de una ley específica sobre el catalán en las escuelas que rechazara específicamente la pertinencia de establecer porcentajes sobre el formación de ambas lenguas, pero fuentes socialistas aseguran a La Vanguardia que esto supone "desafiar" al Tribunal Superior de Neutralidad de Catalunya (TSJC).
Por otra parte, la propuesta además excluye la relato a la derecho de percibir una enseñanza sobre las lenguas oficiales y en las lenguas oficiales (castellano y catalán), y deja en manos de los centros la proporción de clases en una y otra habla, cuyos proyectos lingüísticos deberán estar coincidente a los criterios que fije el Departament d'Educació que dirige Josep González Cambray.
Las negociaciones en torno a esta propuesta permitieron que los otros dos protagonistas con plato en la mesa, PSC y comunes, diluyeran su ultimátum de 24 horas -expirado este miércoles al mediodía- para aceptar al Parlament, con Junts o sin ella, la reforma legislativa. Pero socialistas y comunes la consideran inasumible.
Junts y ERC proponían una ley que rechaza de forma expresa la pertinencia de establecer porcentajes sobre ambas lenguas
Illa a cubo un portazo a la proposición de ERC y Junts a primera hora, advirtiendo de nuevo de que “se tienen que cumplir las resoluciones judiciales”; que el catalán debe “ser el centro de compostura” de la escuela catalana, y que “defender el catalán no es ir contra el castellano”.
El líder del PSC ha reivindicado el acuerdo presentado el pasado 24 de marzo para corregir la LPL como la mejor prescripción para salir del perjuicio en que se encuentra la cuestión filología en las aulas como consecuencia de la comportamiento de Junts, que se desdijo de lo firmado el mismo día, y del TSJC, que la semana pasada dio 15 días al Govern para ejecutar su sentencia que obliga a implantar el 25% de castellano en las escuelas. Y el tiempo apremia porque el plazo expira el 31 de mayo.
La prudencia con la que se ha expresado Illa contrasta con las palabras de algunos diputados del género socialista, que vía redes sociales creen que "algunos están más interesados en expulsar a los socialistas de un acuerdo transversal como el que se había firmado" e instan a los partidos del Govern a "escoger entre el interés particular y el caudillo".
Los comunes mantienen abierta la vía de consumar la ruptura llevando al próximo pleno el acuerdo del que se desdijo Junts
Por su parte, los comunes ya estaban decididos este miércoles ha registrar en el Parlament la petición de convocar una Unión de Portavoces al objeto de para modificar el orden del día del próximo pleno y sufragar de una vez la reforma de la ley de Política Filología. Los socialistas frenaron esta pretensión a la calma de los frutos que dieran las negociaciones entre ERC y Junts, pero aún hoy la formación morada pone sobre la mesa esta vía. De registrarse esta petición se consumaría la renuncia a contar con Junts para un consenso sobre el catalán.
El rechazo de socialistas y comunes complica una salida que contente a todos y está por ver si finalmente se agotará otra trayecto de negociaciones o si PSC y comunes consumarán su amenaza sin que ERC se descuelgue además de lo pactado el 24 de marzo. De hecho, en Junts advierten de que podría darse la situación de que ERC tenga que concluir eligiendo entre la propuesta con los posconvergentes o recuperar el pacto con PSC y comunes. El ganancia de maniobra se estrecha, pero las negociaciones a cuatro aún continúan en el Parlament.
Aragonès insta desde Bruselas a durar a un consenso sobre el catalán entre todos
Por su parte, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha instado desde Bruselas a "todos los partidos a seguir trabajando" para durar a un acuerdo respecto a la ley que blinde el catalán en la escuela, Las negociaciones "continuarán porque lo importante es que podamos tener el acuerdo más amplio posible para defender el maniquí de escuela catalana", ha dicho durante una cita al Parlamento Europeo.
El presidente catalán incluso aseguró que si "hace error se hará un Consell Executiu extraordinario" para aprobar la ley, pero remarcó que "ahora es el momento de trabajo a nivel del Parlament para que los grupos lleguen a este consenso".
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