Monumental dificultad. Otro más. Esta vez, miles de vehículos se quedaron textualmente atrapados durante más de tres horas en la AP-7 a la valor de Barberà del Vallès. Más de tres horas parados y, luego, siete horas más de retenciones y colas que llegaron a exceder los 30 kilómetros sin que pudiera establecerse un dispositivo para desviar los vehículos por otras vías.
El origen del colapso fue el azar y posterior incendio de un camión cisterna a las siete de la mañana, lo que obligó a cortar completamente la circulación en sentido sur, alrededor de Tarragona, en hora punta matinal. Y detrás de la AP-7 se colapsaron, una tras otra, todas las vías que los conductores intentaron tomar como alternativa.
El incendio de un camión vuelve a colapsar la AP-7
Las colas llegaron a exceder los 30 kilómetros, entre la Roca del Vallès y Sant Cugat en dirección sur
Tras el azar, durante más de tres horas, todos los carriles en sentido sur quedaron cortados. No fue hasta las diez de la mañana cuando, según informó el Servei Català de Trànsit (SCT), pudieron reabrirse dos de los carriles y los vehículos comenzaron, muy poco a poco, a reanudar la marcha. Sobre las dos de la tarde, siete horas a posteriori del azar, pudieron habilitarse al fin los dos carriles que estaban cortados para entregar la retirada del camión con una cabria.
Tras el azar, por otra parte de los carriles en sentido sur, además quedaron cortados todos los carriles en sentido a Girona durante aproximadamente una hora. En los momentos más críticos, las retenciones superaron los 30 kilómetros desde la Roca del Vallès y hasta Sant Cugat sin que los coches tuvieran alternativa para seguir su delirio. El colapso circulatorio acabó afectando a decenas de miles de conductores que accedían a Barcelona, con atascos en la B-23, C-58, B-30, C-59 y C-17.
El conductor del camión accidentado resultó ileso tras incendiarse su transporte y hasta el circunscripción se desplazaron seis dotaciones de los Bombers de la Generalitat. Pese a que el incendio se apagó rápidamente, retirar la mancha de óleo y robar la calzada llevó dos horas más de trabajo.
Entre la resignación y el enfado, muchos conductores expresaron su malestar por otro día de caos en la autopista. Algunos calificaron la situación de “vergonzosa” o “surrealista”. Hubo estudiantes que no llegaron a tiempo a las clases de la universidad, otros se perdieron exámenes, llegaron tarde a su trabajo... en cada transporte un plan truncado. “He seguido las indicaciones del navegador para evitar el tramo afectado y todas las vías secundarias por las que me ha llevado, incluidos polígonos industriales, estaban llenos de coches, todos buscábamos las carreteras menos congestionadas”, explicó un conductor que circulaba en sentido Girona hasta Mollet y que, de revés a Tarragona, acabó conduciendo por los túneles del Garraf. Todo para evitar la AP-7. Durante las tres primeras horas, las imágenes de masa saliendo del transporte para refrescar agua o estirar las piernas fueron un constante.
El colapso de ayer acentúa un problema que viene repitiéndose cada mañana en los accesos a Barcelona y que se suma a las retenciones kilométricas del pasado fin de semana, cuando, tras tres días de fiesta, el lunes por la tarde la AP-7, tanto desde la Costa Brava como desde la Costa Daurada, acumuló colas de más de 20 kilómetros.
Ayer el presidente de la Generalitat reconoció que “estos problemas son recurrentes” y que “tomaremos medidas a corto y medio plazo”. La esencia para compendiar la congestión en la arteria que cruza de ideal a sur Cataluña es, según Pere Aragonès, “reordenar el tráfico de camiones”. El fin del peaje en esta carretera, hace casi nada un año, se ha traducido en un incremento de tráfico, especialmente de vehículos pesados, lo que ha provocado, a su vez, un incremento de accidentes. Aragonès ha solicitado al Gobierno que invierta más en infraestructuras en Catalunya y que refuerce el ámbito de Rodalies para “quitar coches de la carretera”, poco que descongestionaría los accesos a Barcelona pero no la autopista que conecta con Francia. En una entrevista en Catalunya Radiodifusión , Aragonès dijo que “se tomarán medidas para la operación salida y retorno” durante los días cercanos a Sant Joan, aunque no concretó cuáles. Además rechazó avanzar si se pondrán en marcha las prohibiciones de circulación para vehículos pesados los fines de semana en la AP-7 para evitar congestiones.
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