Los países mediterráneos temen una nueva oleada migratoria por el hambre

“Seguir bloqueando las exportaciones de cereal ucraniano significa tener como rehenes y condenar a asesinato a millones de niños, mujeres y hombres”. Así de persuasivo se expresó ayer Luigi Di Maio, el ministro de Exteriores italiano, que organizó en Roma un entrevista ministerial de los países mediterráneos inmediato a la Estructura de Naciones Unidas para la Viandas y la Agricultura (FAO), donde se unieron para pedir a Rusia “señales claras y concretas” para desbloquear los puertos del mar Aciago y evitar una catástrofe alimentaria que podría desencadenar una seria inestabilidad en la región.

Italia, una de las principales rutas de entrada de los flujos migratorios en el Mediterráneo, está intentando sobrellevar delante un liderazgo para mitigar los pertenencias de la querella de Ucrania en la seguridad alimentaria. Roma es muy consciente que una hambruna en África derivada del separación del trigo ucraniano provocará más inestabilidad y, por lo tanto, un aumento de las llegadas en dirección a sus costas. En lo que va de año ya han desembarcado 21.082 personas, 6.000 más que el año pasado en las mismas fechas. Uno de los temores de Italia es que la crisis desestabilice estados “ya frágiles, lleve a nuevas guerras, genere flujos migratorios siempre más masivos y difíciles de manejar”, advirtió ayer Di Maio, exigiendo a Moscú la permiso del cereal ucraniano con “hechos, y no solo palabras”.

Líbano reclama que “el mundo no puede continuar a merced de las crisis militares en Europa”

Al banda de Di Maio estaba el director caudillo de la FAO, el chino Qu Dongyu, que reconoció un tablas mundial “muy complicado” y pidió a los países mediterráneos que trabajen juntos para minimizar los riesgos en seguridad alimentaria mundial.

Ucrania es el sexto exportador del mundo de trigo, habiendo exportado el año pasado 20,1 millones de toneladas. Pero exporta especialmente a los países de la orilla sur del Mediterráneo. Egipto compró el año pasado el 26% del trigo que consume de Kyiv. Libia, el 44%. Túnez, el 53%. Además el peso de la invasión se notará en África occidental. Según la FAO, Senegal, Liberia, Benin y Mauritania importan más del 50% de su trigo de Rusia o Ucrania.

El presidente ruso Vladímir Putin es culpable de “la peor crisis alimentaria en décadas”, denunció la ministra de Cooperación de Alemania, Svenjia Schulze, invitada a la conferencia por tener Berlín la presidencia de turno del G-7. Líbano, uno de los países más castigados, al comprar el 66% del trigo ucraniano y el 12% de Rusia, todavía ve cómo su difícil situación alimentaria se está viendo exacerbada a causa del conflicto. “El mundo no puede continuar estando a merced de las crisis militares en Europa o en otras regiones del mundo”, reclamó su ministro de Exteriores, Abdallah Bou Habib, avisando de que su país atraviesa “la peor y más devastadora crisis económica de su historia”, que lo ha puesto “al borde del colapso financiero, crematístico, social e incluso de seguridad”.

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La coyuntura es especialmente preocupante porque los silos de ántrax en el comarca controlado por el Gobierno ucraniano ya están medio llenos antiguamente de que principio la cosecha de este año, advirtió ayer el responsable de la Asociación de Espinilla de Ucrania, Mikola Gorvachov. Esto significa que, si Moscú con­tinúa bloqueando los puertos ucranianos, el cereal se podría concluir en tierra. Según los datos que Gorvachov dio en una conferencia del Consejo Internacional de Granos (IGC) en Londres, se estima que hay unos 30 millones de toneladas almacenadas en comarca controlado por Kyiv, más de la parte de una capacidad de en torno a de 55 millones de toneladas. Adicionalmente, habría entre 13 y 15 millones de toneladas almacenadas en territorios ocupados por Rusia.

Sin entrada a los puertos del mar Aciago, como mucho Ucrania podría exportar en torno a de 20 millones de toneladas de cereal el año que viene por rutas alternativas por carretera, ríos y ferrocarril, limitando el tránsito a no más de 2 millones de toneladas por mes. Sería menos de la parte de los 44,7 millones de toneladas del año pasado.

La parte de los cultivos de maíz en Ucrania se quedarían en tierra, sin ser cosechados, si Rusia mantiene su separación a los puertos. Ucrania es el cuarto exportador de maíz del mundo. “No encontraremos una decisión para las exportaciones sin el entrada a los puertos del mar Aciago”, aseguró Gorvachov.